El complejo proceso de la santificación
Dr. Roberto MirandaEstoy seguro de que muchas veces, por un deseo mal encaminado y simplista de glorificar a Dios y defender su fidelidad a todo costo, los predicadores terminamos empobreciendo y diluyendo la maravillosa y multifacética experiencia de la santificación. Nos rehusamos a admitir que la santificación es un proceso arduo, zigzagueante, a largo plazo. Ese sublime camino está minado de titubeos y caídas. Incluye victorias, pero también grandes derrotas. A veces podemos dar inmensos saltos hacia la madurez. Pero también podemos estrellarnos contra los muros de nuestra humanidad caída y experimentar serios reveses.
En un momento de gran sinceridad, el apóstol Pablo escribió sobre su propia experiencia agónica con respecto a la santificación. Había descubierto que el deseo de agradar a Dios estaba en él. Pero también había descubierto otro impulso, otra “ley” dentro de él que lo llevaba frecuentemente a violar sus mejores intenciones y a ofender al Dios que tanto amaba.