Un poquito de Dios puede llegar lejos
Benjamin ValentinVersículo 20 de Mateo 9: “He aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; Porque decía dentro de sí: si solamente tocare el borde de su manto seré salva; Pero Jesús volviéndose y mirándola dijo: ten ánimo hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquélla hora.”
Antes del sermón les voy a pedir un favor, vamos a repetir conmigo unas palabras en voz fuerte, vamos a decir estas palabras: “un poquito de Dios puede llegar lejos”, un poquito de Dios puede llegar lejos, muy bien.