Una Vida Sencilla (Romanos 12:1) Parte 4
Dr. Roberto MirandaRESUMEN:
En este sermón basado en Romanos 12, el predicador habla acerca de cómo los cristianos deben servir al Señor con humildad y aceptación de sí mismos, reconociendo que sus habilidades son un regalo de Dios. También enfatiza la importancia de trabajar en equipo en la iglesia y de no buscar la gloria personal, sino la del Reino de Dios. El predicador menciona que hay más de 9 dones espirituales y destaca algunos de ellos, como la profecía, el servicio, la enseñanza y la misericordia. En resumen, el mensaje es que los cristianos deben servir al Señor en la iglesia y en la vida diaria con humildad, gratitud y en equipo.
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de vivir en el espíritu de la profecía y de servir al Señor con sencillez y humildad en cualquier ámbito en el que se desempeñe. El pastor destaca que el servicio es la esencia misma del liderazgo cristiano y que las cosas sencillas a menudo son las que Dios bendice más. También enfatiza la importancia de la enseñanza de la palabra de Dios y de que los creyentes se sometan a la enseñanza para crecer en su fe. En resumen, el pastor anima a los creyentes a servir al Señor con sencillez y humildad en su vida diaria.Estoy predicando para nuestros visitantes una serie de sermones, basado en Romanos, Capítulo 12, los llamamos horizontales, sermones que tienen que ver con la vida cotidiana del creyente, tanto en el contexto de la iglesia como en el contexto también de vida general. El domingo pasado estuvimos hablando acerca de servir al Señor con esa actitud de gracia y de conocernos mejor. Hoy voy a hacer un resumen rápido. Vamos al versículo 3:
“Digo pues, por la gracia que me es dada a cada cual que está entre vosotros que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros pero no todos los miembros tienen la misma función así nosotros siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros. De manera que teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad, el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”.