Nueva Biblia Latinoamericana
no obstante, por causa del amor que te tengo, te hago un ruego, siendo como soy, Pablo, anciano, y ahora también prisionero de Cristo Jesús: (Philemon 1:9)
te ruego por mi hijo Onésimo, a quien he engendrado en mis prisiones; (Philemon 1:10)
quien en otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí. (Philemon 1:11)
Y te lo he vuelto a enviar en persona, es decir, como si fuera mi propio corazón.
Hubiera querido retenerlo conmigo, para que me sirviera en lugar tuyo en mis prisiones por el evangelio (las buenas nuevas). (Philemon 1:13)
Pero no quise hacer nada sin tu consentimiento, para que tu bondad no fuera como por obligación, sino por tu propia voluntad. (Philemon 1:14)
Porque quizá por esto se apartó de ti por algún tiempo, para que lo volvieras a recibir para siempre, (Philemon 1:15)

Other publications related to "Philemon 1:12":

Dr. Roberto Miranda
God treats us with great generosity
Explore the concept of Gods generosity and the balance between being servants of God and chosen children in this reflection on the passage from Philemon.


Dr. Roberto Miranda
God might receive us as slaves but treats us as sons
In this article, Dr. Roberto Miranda discusses how God treats us as sons despite our true condition as servants of Christ. He uses the example of Pauls letter to Philemon to illustrate this duality and encourages listeners to approach Gods throne with gratitude.


Philemon 1:12 - Cross Reference

¿No es Efraín Mi hijo amado? ¿No es un niño encantador? Pues siempre que hablo contra él, Lo recuerdo aún más. Por eso Mis entrañas se conmueven por él, Ciertamente tendré de él misericordia," declara el SEÑOR. (Jeremiah 31:20)
Si tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer que amas, o tu amigo entrañable, te invita en secreto, diciendo: 'Vamos y sirvamos a otros dioses' (a quienes ni tú ni tus padres han conocido, (Deuteronomy 13:6)
Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo. (Ephesians 4:32)
Y cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus transgresiones. (Mark 11:25)
Porque si ustedes perdonan a los hombres sus transgresiones (faltas, delitos), también su Padre celestial les perdonará a ustedes. (Matthew 6:14)
Levantándose, fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó. (Luke 15:20)
Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: "Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?" (Matthew 18:21)
Entonces David dijo a Abisai y a todos sus siervos: "Mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este Benjamita? Déjenlo, que siga maldiciendo, porque el SEÑOR se lo ha dicho. (2 Samuel 16:11)