Nueva Biblia Latinoamericana
no obstante, por causa del amor que te tengo, te hago un ruego, siendo como soy, Pablo, anciano, y ahora también prisionero de Cristo Jesús: (Filemón 1:9)
te ruego por mi hijo Onésimo, a quien he engendrado en mis prisiones; (Filemón 1:10)
quien en otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí. (Filemón 1:11)
Y te lo he vuelto a enviar en persona, es decir, como si fuera mi propio corazón.
Hubiera querido retenerlo conmigo, para que me sirviera en lugar tuyo en mis prisiones por el evangelio (las buenas nuevas). (Filemón 1:13)
Pero no quise hacer nada sin tu consentimiento, para que tu bondad no fuera como por obligación, sino por tu propia voluntad. (Filemón 1:14)
Porque quizá por esto se apartó de ti por algún tiempo, para que lo volvieras a recibir para siempre, (Filemón 1:15)

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Filemón 1:12 - Referencia Cruzada

¿No es Efraín Mi hijo amado? ¿No es un niño encantador? Pues siempre que hablo contra él, Lo recuerdo aún más. Por eso Mis entrañas se conmueven por él, Ciertamente tendré de él misericordia," declara el SEÑOR. (Jeremías 31:20)
Si tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer que amas, o tu amigo entrañable, te invita en secreto, diciendo: 'Vamos y sirvamos a otros dioses' (a quienes ni tú ni tus padres han conocido, (Deuteronomio 13:6)
Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo. (Efesios 4:32)
Y cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus transgresiones. (Marcus 11:25)
Porque si ustedes perdonan a los hombres sus transgresiones (faltas, delitos), también su Padre celestial les perdonará a ustedes. (Mateo 6:14)
Levantándose, fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó. (Lucas 15:20)
Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: "Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?" (Mateo 18:21)
Entonces David dijo a Abisai y a todos sus siervos: "Mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este Benjamita? Déjenlo, que siga maldiciendo, porque el SEÑOR se lo ha dicho. (2 Samuel 16:11)