Nueva Biblia Latinoamericana
Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos." (Luke 7:35)
Uno de los Fariseos pidió a Jesús que comiera con él; y entrando El en la casa del Fariseo, se sentó a la mesa. (Luke 7:36)
Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; (Luke 7:37)
y poniéndose detrás de El a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y los ungía con el perfume.
Pero al ver esto el Fariseo que Lo había invitado, dijo para sí: "Si Este fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que Lo está tocando, que es una pecadora." (Luke 7:39)
Y Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte.""Di, Maestro," le contestó. (Luke 7:40)
Cierto prestamista tenía dos deudores; uno le debía 500 denarios (salario de 500 días) y el otro cincuenta; (Luke 7:41)

Other publications related to "Luke 7:38":

Dr. Roberto Miranda
We have a God who cares about us
Dr. Roberto Miranda discusses the story of a woman healed by Jesus and how it reflects the compassionate nature of the New Testament God who wants us to approach him confidently and honestly for deep level ministry.


Omar Soto
Bold faith receives its reward
A sermon about having daring faith and reaching out to Jesus for healing and transformation, using the stories of the woman with the blood issue and Jairus daughter to illustrate the power of faith.


Luke 7:38 - Cross Reference

Ciertamente he oído a Efraín lamentarse: 'Me has castigado, y castigado fui Como becerro indómito. Hazme volver para que sea restaurado, Pues Tú, SEÑOR, eres mi Dios. (Jeremiah 31:18)
Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; Al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás. (Psalm 51:17)
se levantó de la cena y se quitó el manto, y tomando una toalla, se la ciñó. (John 13:4)
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y Me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito. (Zechariah 12:10)
Aun ahora," declara el SEÑOR "vuelvan a Mí de todo corazón, Con ayuno, llanto y lamento. (Joel 2:12)
Que se traiga ahora un poco de agua y lávense ustedes los pies, y reposen bajo el árbol. (Genesis 18:4)
Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. (Psalm 126:5)
Bienaventurados ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados ustedes los que ahora lloran, porque reirán. (Luke 6:21)
Y saliendo fuera, lloró amargamente. (Luke 22:62)
Mientras Esdras oraba y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, una gran asamblea de Israel, hombres, mujeres y niños se juntó a él; y el pueblo lloraba amargamente. (Ezra 10:1)
Para conceder que a los que lloran en Sion Se les dé diadema en vez de ceniza, Aceite de alegría en vez de luto, Manto de alabanza en vez de espíritu abatido; Para que sean llamados robles de justicia, Plantío del SEÑOR, para que El sea glorificado. (Isaiah 61:3)
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: "¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa y no Me diste agua para Mis pies, pero ella ha regado Mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. (Luke 7:44)
Confieso, pues, mi iniquidad; Afligido estoy a causa de mi pecado. (Psalm 38:18)
Con llanto vendrán, Y entre súplicas los guiaré. Los haré andar junto a arroyos de aguas, Por camino derecho en el cual no tropezarán; Porque soy un padre para Israel, Y Efraín es Mi primogénito." (Jeremiah 31:9)
Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados. (Matthew 5:4)
Tus ungüentos tienen olor agradable, Tu nombre es como ungüento purificado; Por eso te aman las doncellas. (Song of Solomon 1:3)
Cuando el ángel del SEÑOR habló estas palabras a todos los Israelitas, el pueblo alzó su voz y lloró. (Judges 2:4)
Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte. (2 Corinthians 7:10)
Cansado estoy de mis gemidos; Todas las noches inundo de llanto mi lecho, Con mis lágrimas riego mi cama. (Psalm 6:6)
Has ido al rey con ungüento, Y has multiplicado tus perfumes; Has enviado tus emisarios a gran distancia, Y los has hecho descender al Seol (región de los muertos). (Isaiah 57:9)
Aflíjanse, laméntense y lloren. Que su risa se convierta en lamento y su gozo en tristeza. (James 4:9)
En todo tiempo sean blancas tus ropas, Y que no falte ungüento sobre tu cabeza. (Ecclesiastes 9:8)