Nueva Biblia Latinoamericana
Moisés escuchó a su suegro, e hizo todo lo que él había dicho. (Exodus 18:24)
Y escogió Moisés hombres capaces de entre todo Israel, y los puso por cabezas del pueblo, como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. (Exodus 18:25)
Ellos juzgaban al pueblo en todo tiempo. El pleito difícil lo traían a Moisés, pero todo pleito sencillo lo juzgaban ellos. (Exodus 18:26)
Moisés despidió a su suegro, y éste se fue a su tierra.
Al tercer mes de la salida de los Israelitas de la tierra de Egipto, ese mismo día, llegaron al desierto de Sinaí. (Exodus 19:1)
Salieron de Refidim, llegaron al desierto de Sinaí y acamparon en el desierto. Allí, delante del monte, acampó Israel. (Exodus 19:2)
Moisés subió hacia Dios, y el SEÑOR lo llamó desde el monte y le dijo: "Así dirás a la casa de Jacob y anunciarás a los Israelitas: (Exodus 19:3)

Other publications related to "Exodus 18:27":

Dr. Roberto Miranda
Subjection to authority
Dr. Roberto Miranda discusses the importance of submitting to authority in his sermon, emphasizing the harm caused by rebellion and disobedience. The physical and spiritual worlds are both governed by authoritative principles, and even imperfect authorities should be respected. The sermon encourages living according to Gods principles.


Mercedes López-Miranda
Do like Moses and surrender your rod to God
An article about surrendering to Gods call and embracing our calling, using Moses as an example. Encourages readers to trust in Gods guidance and training, and to renounce ownership of their resources and limitations.


Exodus 18:27 - Cross Reference

Enviaron, pues, a su hermana Rebeca y a su nodriza con el siervo de Abraham y sus hombres. (Genesis 24:59)
Entonces Moisés dijo a Hobab, hijo de Reuel madianita, suegro de Moisés: "Nosotros salimos hacia el lugar del cual el SEÑOR dijo: 'Yo se lo daré a ustedes.' Ven con nosotros y te haremos bien, pues el SEÑOR ha prometido el bien a Israel." (Numbers 10:29)
Labán se levantó muy de mañana, besó a sus hijos y a sus hijas, y los bendijo. Entonces Labán se fue y regresó a su lugar. (Genesis 31:55)
Cuando el hombre se levantó para irse con su concubina y su criado, su suegro, el padre de la joven, le dijo: "Mira, ya ha declinado el día; te ruego que pases la noche, pues el día llega a su fin. Pasa la noche aquí para que se alegre tu corazón. Y mañana se levantarán temprano para su viaje y te irás a tu casa." (Judges 19:9)