La justicia irá delante de El Y pondrá por camino Sus pasos.
(Psalm 85:13)
Oración de David. Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y respóndeme, Porque estoy afligido y necesitado.
(Psalm 86:1)
Guarda mi alma, pues soy piadoso; Tú eres mi Dios; salva a Tu siervo que en Ti confía.
(Psalm 86:2)
Ten piedad de mí, oh Señor, Porque a Ti clamo todo el día.
Alegra el alma de Tu siervo, Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma.
(Psalm 86:4)
Pues Tú, Señor, eres bueno y perdonador, Abundante en misericordia para con todos los que Te invocan.
(Psalm 86:5)
Escucha, oh SEÑOR, mi oración, Y atiende a la voz de mis súplicas.
(Psalm 86:6)
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y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.
(Luke 2:37)
Les digo que aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, no obstante, por su importunidad (insistencia) se levantará y le dará cuanto necesite.
(Luke 11:8)
Para el director del coro; según la tonada de "La Paloma Silenciosa de los que Están Lejos." Mictam de David cuando los Filisteos lo prendieron en Gat. Ten piedad de mí, oh Dios, porque el hombre me ha pisoteado; Me oprime combatiéndome todo el día.
(Psalm 56:1)
Han languidecido mis ojos a causa de la aflicción; Oh SEÑOR, cada día Te he invocado, He extendido mis manos hacia Ti.
(Psalm 88:9)
Con toda oración y súplica oren en todo tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos.
(Ephesians 6:18)
Para el director del coro; según tonada de "No Destruyas." Mictam de David, en la cueva, cuando huía de Saúl. Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí, Porque en Ti se refugia mi alma; En la sombra de Tus alas me ampararé Hasta que la destrucción pase.
(Psalm 57:1)
Para el director del coro; para instrumentos de cuerda. Salmo de David. Cuando clamo, respóndeme, oh Dios de mi justicia. En la angustia me has aliviado; Ten piedad de mí, escucha mi oración.
(Psalm 4:1)
Guíame en Tu verdad y enséñame, Porque Tú eres el Dios de mi salvación; En Ti espero todo el día.
(Psalm 25:5)
¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?
(Luke 18:7)
Tarde, mañana y mediodía me lamentaré y gemiré, Y El oirá mi voz.
(Psalm 55:17)