La misericordia y la verdad se han encontrado, La justicia y la paz se han besado.
(Psalm 85:10)
La verdad brota de la tierra, Y la justicia mira desde los cielos.
(Psalm 85:11)
Ciertamente el SEÑOR dará lo que es bueno, Y nuestra tierra dará su fruto.
(Psalm 85:12)
La justicia irá delante de El Y pondrá por camino Sus pasos.
Oración de David. Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y respóndeme, Porque estoy afligido y necesitado.
(Psalm 86:1)
Guarda mi alma, pues soy piadoso; Tú eres mi Dios; salva a Tu siervo que en Ti confía.
(Psalm 86:2)
Ten piedad de mí, oh Señor, Porque a Ti clamo todo el día.
(Psalm 86:3)
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Juzgue él a Tu pueblo con justicia, Y a Tus afligidos con equidad.
(Psalm 72:2)
Pues si Yo, el Señor y el Maestro, les lavé los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.
(John 13:14)
Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
(Galatians 2:20)
Siervos, estén sujetos a sus amos con todo respeto, no sólo a los que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables.
(1 Peter 2:18)
El que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo.
(1 John 2:6)
Entonces tu luz despuntará como la aurora, Y tu recuperación brotará con rapidez. Delante de ti irá tu justicia; Y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.
(Isaiah 58:8)
La justicia y el derecho son el fundamento de Tu trono; La misericordia y la verdad van delante de Ti.
(Psalm 89:14)
Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados;
(Ephesians 5:1)
Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, ármense también ustedes con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado,
(1 Peter 4:1)
Un mandamiento nuevo les doy: 'que se amen los unos a los otros;' que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros.
(John 13:34)
y el que entre ustedes quiera ser el primero, será su siervo;
(Matthew 20:27)
Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia (perseverancia) la carrera que tenemos por delante,
(Hebrews 12:1)
Hazme andar por la senda de Tus mandamientos, Porque en ella me deleito.
(Psalm 119:35)
Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.
(2 Corinthians 3:18)
Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús,
(Philippians 2:5)