El envió Sus flechas, y los dispersó, Y muchos relámpagos, y los confundió.
(Psalm 18:14)
Entonces apareció el lecho de las aguas, Y los cimientos del mundo quedaron al descubierto A Tu reprensión, oh SEÑOR, Al soplo del aliento de Tu nariz.
(Psalm 18:15)
Extendió la mano desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas.
(Psalm 18:16)
Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo.
Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, Pero el SEÑOR fue mi sostén.
(Psalm 18:18)
También me sacó a un lugar espacioso; Me rescató, porque se complació en mí.
(Psalm 18:19)
El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado.
(Psalm 18:20)
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Pero sus ciudadanos lo odiaban, y enviaron una delegación tras él, diciendo: 'No queremos que éste reine sobre nosotros.'
(Luke 19:14)
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza.
(Ephesians 6:10)
Oh SEÑOR, ten piedad de mí; Mira mi aflicción por causa de los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte;
(Psalm 9:13)
Atiende a mi clamor, Porque estoy muy abatido; Líbrame de los que me persiguen, Porque son más fuertes que yo.
(Psalm 142:6)
Mira mis enemigos, que son muchos, Y con odio violento me detestan.
(Psalm 25:19)
Pero mis enemigos son vigorosos y fuertes; Muchos son los que sin causa me aborrecen.
(Psalm 38:19)
Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme, Sin razón son mis enemigos, Me hacen devolver aquello que no robé.
(Psalm 69:4)
Su ira me ha despedazado y me ha perseguido, Contra mí El ha rechinado los dientes; Mi adversario aguza los ojos contra mí.
(Job 16:9)
Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquél que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo,
(Hebrews 2:14)
Dirán todos mis huesos: "SEÑOR, ¿quién como Tú, Que libras al afligido de aquél que es más fuerte que él, Sí, al afligido y al necesitado de aquél que lo despoja?"
(Psalm 35:10)
David habló las palabras de este cántico al SEÑOR el día que el SEÑOR lo libró de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.
(2 Samuel 22:1)
Me libró de mi poderoso enemigo, De los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo.
(2 Samuel 22:18)
También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Y destruí a los que me odiaban.
(Psalm 18:40)
El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; Por tanto, miraré triunfante sobre los que me aborrecen.
(Psalm 118:7)