Tú llamarás, y yo Te responderé; Anhelarás la obra de Tus manos.
(Job 14:15)Porque ahora cuentas mis pasos, No observas mi pecado.
(Job 14:16)Sellada está en un saco mi transgresión, Y tienes cubierta mi iniquidad.
(Job 14:17)Pero el monte que cae se desmorona, Y se cambia la roca de su lugar;
El agua desgasta las piedras, Sus torrentes se llevan el polvo de la tierra; Así destruyes Tú la esperanza del hombre.
(Job 14:19)Prevaleces para siempre contra él, y se va; Cambias su apariencia, y lo despides.
(Job 14:20)Alcanzan honra sus hijos, pero él no lo sabe; O son humillados, pero él no lo percibe.
(Job 14:21)Other publications related to "Job 14:18":
Job 14:18 - Cross Reference
Desde la antigüedad Tú fundaste la tierra, Y los cielos son la obra de Tus manos.
(Psalm 102:25)¡Oh tú, que te desgarras en tu ira! ¿Ha de ser abandonada la tierra por tu causa, O removida la roca de su lugar?
(Job 18:4)Te he convertido en trillo nuevo, cortante, de doble filo; Trillarás los montes y los harás polvo, Y los collados dejarás como hojarasca.
(Isaiah 41:15)¿Quién midió las aguas en el hueco de Su mano, Y con Su palmo tomó la medida de los cielos, O con un tercio de medida calculó el polvo de la tierra. Quién pesó los montes con la báscula, Y las colinas con la balanza?
(Isaiah 40:12)Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán, Pero Mi misericordia no se apartará de ti, Y el pacto de Mi paz no será quebrantado," Dice el SEÑOR, que tiene compasión de ti.
(Isaiah 54:10)El segundo ángel tocó la trompeta, y algo como una gran montaña ardiendo en llamas fue arrojado al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
(Revelation 8:8)¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras! Si los montes se estremecieran ante Tu presencia
(Isaiah 64:1)En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló y las rocas se partieron;
(Matthew 27:51)El cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar.
(Revelation 6:14)Miré a los montes, y temblaban, Y todas las colinas se estremecían.
(Jeremiah 4:24)Vi un gran trono blanco y a Aquél que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos.
(Revelation 20:11)