Nueva Biblia Latinoamericana
¿Es el mortal justo delante de Dios? ¿Es el hombre puro delante de su Hacedor? (Job 4:17)
Dios no confía ni aún en Sus mismos siervos; Y a Sus ángeles atribuye errores. (Job 4:18)
¡Cuánto más a los que habitan en casas de barro, Cuyos cimientos están en el polvo, Que son aplastados como la polilla! (Job 4:19)
Entre la mañana y la tarde son hechos pedazos; Sin que nadie se dé cuenta, perecen para siempre.
¿No les es arrancada la cuerda de su tienda? Mueren, pero sin sabiduría.'" (Job 4:21)
Llama ahora, ¿habrá quién te responda? ¿Y a cuál de los santos te volverás? (Job 5:1)
Porque el enojo mata al insensato, Y la ira da muerte al necio. (Job 5:2)

Other publications related to "Job 4:20":

Charles Spurgeon
No one can harm those who trust the living God
Learn how trust in the living God can protect you from harm and foolish fears.


Charles Spurgeon
Wicked men will not bring our downfall
In this article, Charles Spurgeon encourages us to turn to the Lord for protection and guidance despite the presence of wicked people among us.


Job 4:20 - Cross Reference

Luego pasó, y ya no estaba; Lo busqué, pero no se pudo encontrar. (Psalm 37:36)
Como tienda de pastor, mi morada es arrancada y alejada de mí; Como un tejedor enrollé mi vida. Del telar, El me cortó; Del día a la noche acabas conmigo. (Isaiah 38:12)
Como una flor brota y se marchita, Y como una sombra huye y no permanece. (Job 14:2)
Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; Son como la hierba que por la mañana reverdece; (Psalm 90:5)
Pues cuando hayan pasado unos pocos años Me iré por el camino sin regreso. (Job 16:22)
Su memoria perece de la tierra, Y no tiene nombre en toda la región. (Job 18:17)
Como su propio estiércol perece para siempre; Los que lo han visto dirán: '¿Dónde está?' (Job 20:7)
Y era destruida nación por nación, y ciudad por ciudad, porque Dios los afligió con toda clase de adversidades. (2 Chronicles 15:6)
Prevaleces para siempre contra él, y se va; Cambias su apariencia, y lo despides. (Job 14:20)
Joram tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén; y murió sin que nadie lo lamentara. Lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes. (2 Chronicles 21:20)
Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré Hasta que llegue mi relevo. (Job 14:14)
Aparta de mí Tu mirada, para poder alegrarme Antes de que me vaya de aquí y ya no exista." (Psalm 39:13)
Que cuando los impíos brotaron como la hierba, Y florecieron todos los que hacían iniquidad, Sólo fue para ser destruidos para siempre. (Psalm 92:7)
La memoria del justo es bendita, Pero el nombre del impío se pudrirá. (Proverbs 10:7)