Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces añadió: "Toma las flechas;" y él las tomó. Y dijo al rey de Israel: "Golpea la tierra;" y él la golpeó tres veces y se detuvo. (2 Reyes 13:18)
Y el hombre de Dios se enojó con él, y dijo: "Deberías haber golpeado cinco o seis veces, entonces hubieras herido a Aram hasta exterminarlo. Pero ahora herirás a Aram sólo tres veces." (2 Reyes 13:19)
Eliseo murió y lo sepultaron. Las bandas de los Moabitas solían invadir la tierra en la primavera de cada año. (2 Reyes 13:20)
Y una vez cuando estaban sepultando a un hombre, vieron que una banda de merodeadores se les acercaba; así que arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Cuando el hombre cayó y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie.
Hazael, rey de Aram, había oprimido a Israel todos los días de Joacaz. (2 Reyes 13:22)
Pero el SEÑOR tuvo piedad de ellos, y les tuvo compasión y se volvió a ellos a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de su presencia hasta hoy. (2 Reyes 13:23)
Al morir Hazael, rey de Aram, su hijo Ben Adad reinó en su lugar. (2 Reyes 13:24)

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2 Reyes 13:21 - Referencia Cruzada

Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: "Desátenlo, y déjenlo ir." (Juan 11:44)
Entonces Eliseo volvió y caminó por la casa de un lado para otro, y subió y se tendió sobre él; y el niño estornudó siete veces y abrió sus ojos. (2 Reyes 4:35)
La mano del SEÑOR vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos. (Ezequiel 37:1)
y los sepulcros se abrieron, y los cuerpos de muchos santos que habían dormido resucitaron; (Mateo 27:52)
En verdad les digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán. (Juan 5:25)
Pero después de los tres días y medio, el aliento de vida de parte de Dios vino a ellos y se pusieron en pie, y gran temor cayó sobre quienes los contemplaban. (Apocalipsis 11:11)
Tus muertos vivirán, Sus cadáveres se levantarán. ¡Moradores del polvo, despierten y den gritos de júbilo!, Porque tu rocío es como el rocío del alba, Y la tierra dará a luz a los espíritus. (Isaías 26:19)
de tal manera que incluso llevaban pañuelos o delantales de su cuerpo a los enfermos, y las enfermedades los dejaban y los malos espíritus se iban de ellos. (Hechos 19:12)
No se queden asombrados de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán Su voz, (Juan 5:28)
a tal punto que aun sacaban a los enfermos a las calles y los tendían en lechos y camillas, para que al pasar Pedro, siquiera su sombra cayera sobre alguno de ellos. (Hechos 5:15)