Nueva Biblia Latinoamericana
Y él respondió: "Yo no he perturbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque ustedes han abandonado los mandamientos del SEÑOR y han seguido a los baales. (1 Reyes 18:18)
Ahora pues, envía a reunir conmigo a todo Israel en el Monte Carmelo, junto con 450 profetas de Baal y 400 profetas de la Asera que comen a la mesa de Jezabel." (1 Reyes 18:19)
Acab envió mensaje a todos los Israelitas y reunió a los profetas en el Monte Carmelo. (1 Reyes 18:20)
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: "¿Hasta cuándo vacilarán entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, síganlo; y si Baal, síganlo a él." Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.
Entonces Elías dijo al pueblo: "Solo yo he quedado como profeta del SEÑOR, pero los profetas de Baal son 450 hombres. (1 Reyes 18:22)
Que nos den, pues, dos novillos. Que escojan un novillo para ellos y lo despedacen, y lo coloquen sobre la leña, pero que no le pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro novillo y lo colocaré sobre la leña, y no le pondré fuego. (1 Reyes 18:23)
Entonces invoquen el nombre de su dios, y yo invocaré el nombre del SEÑOR; y el Dios que responda por fuego, ése es Dios." Y todo el pueblo respondió: "La idea es buena." (1 Reyes 18:24)

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1 Reyes 18:21 - Referencia Cruzada

Entonces dijo Judá: "¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de sus siervos. Así que somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquél en cuyo poder fue encontrada la copa." (Génesis 44:16)
Y aunque estas naciones temían al SEÑOR, también servían a sus ídolos; y de la misma manera que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy sus hijos y sus nietos. (2 Reyes 17:41)
Cuando se hizo de día, llamó a Sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles: (Lucas 6:13)
Labán y Betuel respondieron: "Del SEÑOR ha salido esto. No podemos decir que está mal ni que está bien. (Génesis 24:50)
Entonces Samuel habló a toda la casa de Israel: "Si es que ustedes se vuelven al SEÑOR con todo su corazón, entonces quiten de entre ustedes los dioses extranjeros y a Astarot, y dirijan su corazón al SEÑOR, y sírvanle sólo a El; y El los librará de la mano de los Filisteos." (1 Samuel 7:3)
Ahora pues, SEÑOR, Tú eres Dios, y has prometido bien a Tu siervo. (1 Crónicas 17:26)
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. (Romanos 3:19)
Cuando todo el pueblo lo vio, se postraron sobre su rostro y dijeron: "El SEÑOR, El es Dios; el SEÑOR, El es Dios." (1 Reyes 18:39)
Ustedes no pueden beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. (1 Corintios 10:21)
No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? (2 Corintios 6:14)
Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o apreciará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas. (Mateo 6:24)
Exterminaré a los que se postran en las terrazas Ante el ejército del cielo, A los que se postran y juran por el SEÑOR Y juran también por Milcom, (Sofonías 1:5)
Y si no les parece bien servir al SEÑOR, escojan hoy a quién han de servir: si a los dioses que sirvieron sus padres, que estaban al otro lado del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitan. Pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR." (Josué 24:15)
Sepan que El, el SEÑOR, es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo Suyo somos y ovejas de Su prado. (Salmos 100:3)
A ti te fue mostrado, para que supieras que el SEÑOR, El es Dios; ningún otro hay fuera de El. (Deuteronomio 4:35)
y le dijo: 'Amigo, ¿cómo entraste aquí sin traje de boda?' Pero el hombre se quedó callado. (Mateo 22:12)
Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la Ley?" (Mateo 22:36)
¿No saben ustedes que cuando se presentan como esclavos a alguien para obedecerle, son esclavos de aquél a quien obedecen, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? (Romanos 6:16)
Yo soy insignificante; ¿qué puedo yo responderte? Mi mano pongo sobre la boca. (Job 40:4)
Y cuando oró a El, Dios se conmovió por su ruego, oyó su súplica y lo trajo de nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés reconoció que el SEÑOR era Dios. (2 Crónicas 33:13)
Los Fariseos se agruparon al oír que Jesús había dejado callados a los Saduceos. (Mateo 22:34)
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! (Apocalipsis 3:15)
Después Moisés y Aarón fueron y dijeron a Faraón: "Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Deja ir a Mi pueblo para que Me celebre una fiesta en el desierto.'" (Éxodo 5:1)
Ahora pues," les dijo Josué, "quiten los dioses extranjeros que están en medio de ustedes, e inclinen su corazón al SEÑOR, Dios de Israel." (Josué 24:23)