Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces se enojó Jacob y discutió con Labán. Y Jacob dijo a Labán: "¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado para que con tanta insistencia me hayas perseguido? (Génesis 31:36)
Aunque has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todas las cosas de tu casa? Ponlo delante de mis parientes y de tus parientes para que ellos juzguen entre nosotros dos. (Génesis 31:37)
Estos veinte años yo he estado contigo. Tus ovejas y tus cabras no han abortado, ni yo he comido los carneros de tus rebaños. (Génesis 31:38)
No te traía lo despedazado por las fieras. Yo cargaba con la pérdida. Tú lo demandabas de mi mano, tanto lo robado de día como lo robado de noche.
Estaba yo que de día el calor me consumía y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. (Génesis 31:40)
Estos veinte años he estado en tu casa. Catorce años te serví por tus dos hijas y seis por tu rebaño, y diez veces cambiaste mi salario. (Génesis 31:41)
Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham, y temor de Isaac, no hubiera estado conmigo, ciertamente me hubieras enviado ahora con las manos vacías. Pero Dios ha visto mi aflicción y la labor de mis manos, y anoche hizo justicia." (Génesis 31:42)

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Génesis 31:39 - Referencia Cruzada

Pero David respondió a Saúl: "Su siervo apacentaba las ovejas de su padre, y cuando un león o un oso venía y se llevaba un cordero del rebaño, (1 Samuel 17:34)
Pero el que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, entonces el lobo las arrebata y las dispersa. (Juan 10:12)
En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. (Lucas 2:8)
Si alguien da a su vecino un asno, un buey, una oveja, o cualquier otro animal para ser guardado, y muere o sufre daño, o es robado sin que nadie lo vea, (Éxodo 22:10)
Ustedes serán hombres santos para Mí. No comerán carne despedazada por las fieras en el campo. A los perros la echarán. (Éxodo 22:31)
No comerá animal que muera o sea despedazado por fieras, contaminándose por ello; Yo soy el SEÑOR. (Levítico 22:8)