Doce leones estaban de pie allí en las seis gradas a uno y otro lado; nada semejante se había hecho para ningún otro reino. (1 Reyes 10:20)

Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, también todas las vasijas de la casa del bosque del Líbano eran de oro puro, ninguna era de plata; ésta no era considerada importante en los días de Salomón. (1 Reyes 10:21)

Porque el rey tenía en el mar las naves de Tarsis junto con las naves de Hiram, y cada tres años las naves de Tarsis le traían oro, plata, marfil, monos y pavos reales. (1 Reyes 10:22)

Así el rey Salomón llegó a ser más grande que todos los reyes de la tierra en riqueza y sabiduría.

Y toda la tierra procuraba ver a Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón. (1 Reyes 10:24)

Cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos; y así año tras año. (1 Reyes 10:25)

Salomón reunió carros y hombres de a caballo; y tenía 1,400 carros y 12,000 hombres de a caballo, y los situó en las ciudades de carros y junto al rey en Jerusalén. (1 Reyes 10:26)

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1 Reyes 10:23 - Referencia Cruzada

El es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia. El es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que El tenga en todo la primacía. (Colosenses 1:18)

Así el rey Salomón llegó a ser más grande que todos los reyes de la tierra en riqueza y sabiduría. (2 Crónicas 9:22)

he hecho, pues, conforme a tus palabras. Te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti. (1 Reyes 3:12)

Yo también lo haré Mi primogénito, El más excelso de los reyes de la tierra. (Salmos 89:27)

Espero que con esto sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo (el Mesías), (Colosenses 2:2)

A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los Gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, (Efesios 3:8)

Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar. (1 Reyes 4:29)