Nueva Biblia Latinoamericana
Por ese tiempo dos mujeres que eran rameras, vinieron al rey y se presentaron delante de él. (1 Reyes 3:16)
Y una de las mujeres dijo: "Oh, mi señor, yo y esta mujer vivimos en la misma casa; y yo di a luz estando con ella en la casa. (1 Reyes 3:17)
Y sucedió que al tercer día después de dar yo a luz, esta mujer también dio a luz; estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotras en la casa, solamente nosotras dos. (1 Reyes 3:18)
Y el hijo de esta mujer murió durante la noche, porque ella se durmió sobre él.
Entonces ella se levantó a medianoche, tomó a mi hijo de mi lado mientras su sierva estaba dormida y lo puso en su regazo (junto a ella), y a su hijo muerto lo puso en mi regazo (junto a mí). (1 Reyes 3:20)
Cuando me levanté al amanecer para dar el pecho a mi hijo, vi que estaba muerto; pero cuando lo observé con cuidado por la mañana, vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz." (1 Reyes 3:21)
Entonces la otra mujer dijo: "No, pues mi hijo es el que vive y tu hijo es el muerto." Pero la primera mujer dijo: "No, tu hijo es el muerto y mi hijo es el que vive." Así hablaban ellas delante del rey. (1 Reyes 3:22)

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1 Reyes 3:19 - Referencia Cruzada