Nueva Biblia Latinoamericana
También te he dado lo que no has pedido, tanto riquezas como gloria, de modo que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días. (1 Reyes 3:13)
Y si andas en Mis caminos, guardando Mis estatutos y Mis mandamientos como tu padre David anduvo, entonces prolongaré tus días." (1 Reyes 3:14)
Salomón se despertó y vio que había sido un sueño. Entró en Jerusalén y se puso delante del arca del pacto del SEÑOR. Ofreció holocaustos e hizo ofrendas de paz y también dio un banquete para todos sus siervos. (1 Reyes 3:15)
Por ese tiempo dos mujeres que eran rameras, vinieron al rey y se presentaron delante de él.
Y una de las mujeres dijo: "Oh, mi señor, yo y esta mujer vivimos en la misma casa; y yo di a luz estando con ella en la casa. (1 Reyes 3:17)
Y sucedió que al tercer día después de dar yo a luz, esta mujer también dio a luz; estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotras en la casa, solamente nosotras dos. (1 Reyes 3:18)
Y el hijo de esta mujer murió durante la noche, porque ella se durmió sobre él. (1 Reyes 3:19)

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1 Reyes 3:16 - Referencia Cruzada

Cuando tienen un pleito, vienen a mí, y yo juzgo entre uno y otro, dándoles a conocer los estatutos de Dios y Sus leyes." (Éxodo 18:16)
Entonces Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitim a dos espías diciéndoles: "Vayan, reconozcan la tierra, especialmente Jericó." Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab, y allí se hospedaron. (Josué 2:1)
Al día siguiente Moisés se sentó a juzgar al pueblo. El pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta el atardecer. (Éxodo 18:13)
Jefté el Galaadita era un guerrero valiente, hijo de una ramera. Galaad era el padre de Jefté. (Jueces 11:1)
Ninguna mujer de Israel será ramera de culto pagano; tampoco ninguno de los Israelitas será sodomita de culto pagano. (Deuteronomio 23:17)
No degradarás a tu hija haciendo que se prostituya, para que la tierra no se entregue a la prostitución ni se llene de corrupción. (Levítico 19:29)
Y se presentaron delante de Moisés, delante del sacerdote Eleazar, delante de los jefes y de toda la congregación, a la entrada de la tienda de reunión y dijeron: (Números 27:2)