¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla! Jonatán, muerto en tus alturas.
(2 Samuel 1:25)Estoy afligido por ti, Jonatán, hermano mío; Tú me has sido muy estimado. Tu amor fue para mí más maravilloso Que el amor de las mujeres.
(2 Samuel 1:26)¡Cómo han caído los valientes, Y perecido las armas de guerra!"
(2 Samuel 1:27)Después de esto David consultó al SEÑOR: "¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá?" Y el SEÑOR le dijo: "Sube." "¿Adónde subiré?" dijo David. Y El dijo: "A Hebrón."
Entonces David subió allá, y también sus dos mujeres, Ahinoam la Jezreelita y Abigail, viuda de Nabal, el de Carmel.
(2 Samuel 2:2)Y David trajo a los hombres que estaban con él, cada uno con su familia; y habitaron en las ciudades de Hebrón.
(2 Samuel 2:3)Los hombres de Judá vinieron y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Y avisaron a David: "Fueron los hombres de Jabes de Galaad los que sepultaron a Saúl."
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2 Samuel 2:1 - Referencia Cruzada
Cuando David consultó al SEÑOR, El le dijo: "No subas directamente; da un rodeo por detrás de ellos y sal a ellos frente a las balsameras.
(2 Samuel 5:23)Después de cuatro años, Absalón dijo al rey: "Le ruego me deje ir a Hebrón a pagar mi voto que he hecho al SEÑOR.
(2 Samuel 15:7)Entonces consultó David al SEÑOR: "¿Debo ir a atacar a estos Filisteos?" Y el SEÑOR dijo a David: "Ve, ataca a los Filisteos y libra a Keila."
(1 Samuel 23:2)Y al verlos, Jacob dijo: "Este es el campamento de Dios." Por eso le puso a aquel lugar el nombre de Mahanaim (Dos Campamentos).
(Génesis 32:2)El tiempo que David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá fue de siete años y seis meses.
(2 Samuel 2:11)SEÑOR, muéstrame Tus caminos, Enséñame Tus sendas.
(Salmos 25:4)Entonces dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: "Te ruego que me traigas el efod." Y Abiatar llevó el efod a David.
(1 Samuel 30:7)a los de Hebrón y a todos los lugares por donde David y sus hombres habían andado.
(1 Samuel 30:31)Y Josué lo bendijo, y dio Hebrón por heredad a Caleb, hijo de Jefone.
(Josué 14:13)Y subieron por el Neguev, y llegaron hasta Hebrón, donde estaban Ahimán, Sesai y Talmai, los descendientes de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes que Zoán en Egipto.
(Números 13:22)Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo.
(Salmos 27:4)Entonces David consultó al SEÑOR: "¿Subiré contra los Filisteos? ¿Los entregarás en mi mano?" Y el SEÑOR dijo a David: "Sube, porque ciertamente entregaré a los Filisteos en tu mano."
(2 Samuel 5:19)y para el servicio de la casa de Dios dieron 170 toneladas y 10,000 monedas (85 kilos) de oro, 1340 toneladas de plata, 612 toneladas de bronce y 3,400 toneladas de hierro.
(1 Crónicas 29:7)Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propio entendimiento.
(Proverbios 3:5)Entonces todas las tribus de Israel fueron a David, en Hebrón, y le dijeron: "Aquí estamos, hueso suyo y carne suya somos.
(2 Samuel 5:1)Así dice el Señor DIOS: "Aún permitiré a la casa de Israel que Me pida hacer esto por ellos: Multiplicar sus hombres como un rebaño.
(Ezequiel 36:37)David supo que Saúl tramaba el mal contra él; así que le dijo al sacerdote Abiatar: "Trae el efod."
(1 Samuel 23:9)De nuevo David consultó al SEÑOR; y el SEÑOR le respondió: "Levántate, desciende a Keila, pues entregaré a los Filisteos en tu mano."
(1 Samuel 23:4)El se presentará delante del sacerdote Eleazar, quien consultará por él por medio del juicio del Urim delante del SEÑOR. A su palabra saldrán y a su palabra entrarán, él y todos los Israelitas con él, es decir, toda la congregación."
(Números 27:21)Después de la muerte de Josué, los Israelitas consultaron al SEÑOR, diciendo: "¿Quién de nosotros subirá primero contra los Cananeos para pelear contra ellos?"
(Jueces 1:1)Los días que David reinó sobre Israel fueron cuarenta años: siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén.
(1 Reyes 2:11)Por la mañana hazme oír Tu misericordia, Porque en Ti confío; Enséñame el camino por el que debo andar, Pues a Ti elevo mi alma.
(Salmos 143:8)