Nueva Biblia Latinoamericana
Y Saúl consultó al SEÑOR, pero el SEÑOR no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. (1 Samuel 28:6)
Entonces Saúl dijo a sus siervos: "Búsquenme una mujer que sea adivina para ir a consultarla." Y sus siervos le dijeron: "Hay una mujer en Endor que es adivina." (1 Samuel 28:7)
Saúl se disfrazó poniéndose otras ropas y fue con dos hombres. Llegaron de noche a ver a la mujer, y él dijo: "Te ruego que evoques por mí a un espíritu, y que hagas subir al que yo te diga." (1 Samuel 28:8)
Pero la mujer le dijo: "Usted sabe lo que Saúl ha hecho, cómo ha echado de la tierra a los que son adivinos y espiritistas. ¿Por qué, pues, pone trampa contra mi vida para hacerme morir?"
Saúl le juró por el SEÑOR: "Vive el SEÑOR que ningún castigo vendrá sobre ti por esto." (1 Samuel 28:10)
Entonces la mujer dijo: "¿A quién debo hacerle subir?" Y él respondió: "Tráeme a Samuel." (1 Samuel 28:11)
Cuando la mujer vio a Samuel, clamó a gran voz; y la mujer le dijo a Saúl: "¿Por qué me ha engañado? ¡Usted es Saúl!" (1 Samuel 28:12)

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1 Samuel 28:9 - Referencia Cruzada

De otro modo, si yo hubiera hecho traición contra su vida (y no hay nada oculto al rey), tú mismo te hubieras mostrado indiferente." (2 Samuel 18:13)
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos, y dijo: "¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida, para que éste me mande a decir que cure a un hombre de su lepra? Consideren ahora esto y vean cómo busca pleito conmigo." (2 Reyes 5:7)
Samuel había muerto, y todo Israel lo había llorado, y lo habían sepultado en Ramá su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra a los adivinos y espiritistas. (1 Samuel 28:3)