Pero tan pronto como Isaac había terminado de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de la presencia de su padre Isaac, su hermano Esaú llegó de su cacería.
(Génesis 27:30)También él hizo un buen guisado y lo trajo a su padre, y dijo a su padre: "Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que tú me bendigas."
(Génesis 27:31)Y su padre Isaac le dijo: "¿Quién eres?" "Soy tu hijo, tu primogénito, Esaú," le respondió.
(Génesis 27:32)Isaac tembló con un estremecimiento muy grande, y dijo: "¿Quién fue entonces el que trajo caza, antes de que tú vinieras, y me la trajo y yo comí de todo, y lo bendije? Sí, y bendito será."
Al oír Esaú las palabras de su padre, clamó con un grande y amargo clamor, y dijo a su padre: "¡Bendíceme, bendíceme también a mí, padre mío!"
(Génesis 27:34)Pero Isaac respondió: "Tu hermano vino con engaño y se ha llevado tu bendición."
(Génesis 27:35)Y Esaú dijo: "Con razón se llama Jacob, pues me ha suplantado estas dos veces. Primero me quitó mi primogenitura y ahora me ha quitado mi bendición." Y añadió: "¿No has reservado una bendición para mí?"
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Génesis 27:33 - Referencia Cruzada
Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano.
(Juan 10:28)La Ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,
(Romanos 5:20)Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
(Efesios 1:3)El ladrón sólo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
(Juan 10:10)El Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te multiplique, para que llegues a ser multitud de pueblos.
(Génesis 28:3)Aun cuando me acuerdo, me perturbo, Y el horror se apodera de mi carne.
(Job 21:6)Ante esto, también tiembla mi corazón, Y salta de su lugar.
(Job 37:1)Terror y temblor me invaden, Y horror me ha cubierto.
(Salmos 55:5)Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, aun respecto a cosas futuras.
(Hebreos 11:20)Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables.
(Romanos 11:29)