Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces dijo a todo Israel: "Ustedes estarán a un lado, y yo y mi hijo Jonatán estaremos al otro lado." Y el pueblo dijo a Saúl: "Haz lo que bien te parezca." (1 Samuel 14:40)
Saúl entonces dijo al SEÑOR, Dios de Israel: "Da suerte perfecta." Y fueron señalados Jonatán y Saúl, pero el pueblo quedó libre. (1 Samuel 14:41)
Y Saúl dijo: "Echen suertes entre mí y Jonatán mi hijo." Y Jonatán fue señalado. (1 Samuel 14:42)
Dijo, pues, Saúl a Jonatán: "Cuéntame lo que has hecho." Y Jonatán le respondió: "En verdad probé un poco de miel con la punta de la vara que tenía en la mano. Aquí estoy, debo morir."
Y dijo Saúl: "Que Dios me haga esto, y aun más, pues ciertamente morirás, Jonatán." (1 Samuel 14:44)
Pero el pueblo dijo a Saúl: "¿Debe morir Jonatán, el que ha obtenido esta gran liberación en Israel? No sea así. Vive el SEÑOR que ni un cabello de su cabeza caerá a tierra, porque él ha obrado con Dios en este día." Así el pueblo rescató a Jonatán, y no murió. (1 Samuel 14:45)
Luego Saúl subió, dejando de perseguir a los Filisteos, y los Filisteos se fueron a su tierra. (1 Samuel 14:46)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 14:43":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Dios bendice a los hijos de obediencia
Artículo sobre la importancia de la obediencia a Dios y las consecuencias de la desobediencia.


Dr. Roberto Miranda
Obedecer es mejor que los sacrificios
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de la obediencia y la integridad en nuestra vida cristiana, basado en el libro de Samuel y el pasaje de 1 Samuel 15:22-23. Se enfatiza que la desobediencia trae consecuencias funestas y que debemos caminar rectamente delante de Dios.


1 Samuel 14:43 - Referencia Cruzada

Y cada uno dijo a su compañero: "Vengan, echemos suertes para saber por causa de quién nos ha venido esta calamidad." Y echaron suertes, y cayó la suerte sobre Jonás. (Jonás 1:7)
Pero Jonatán no había oído cuando su padre puso al pueblo bajo juramento; por lo cual extendió la punta de la vara que llevaba en su mano, la metió en un panal de miel y se llevó la mano a la boca, y brillaron sus ojos. (1 Samuel 14:27)
Entonces Josué dijo a Acán: "Hijo mío, te ruego, da gloria al SEÑOR, Dios de Israel, y dale alabanza. Declárame ahora lo que has hecho. No me lo ocultes." (Josué 7:19)