Nueva Biblia Latinoamericana
Y salió Benjamín de Guibeá contra ellos el segundo día y otra vez hizo caer 18,000 hombres de los Israelitas. Todos éstos sacaban espada. (Jueces 20:25)
Todos los Israelitas y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y lloraron; y permanecieron allí delante del SEÑOR y ayunaron ese día hasta la noche. Y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR. (Jueces 20:26)
Los Israelitas consultaron al SEÑOR, porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, (Jueces 20:27)
y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba delante de ella para ministrar en aquellos días y preguntó: "¿Volveré a salir otra vez a combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín, o desistiré?" Y el SEÑOR respondió: "Suban, porque mañana lo entregaré en tu mano."
Puso, pues, Israel emboscadas alrededor de Guibeá. (Jueces 20:29)
Los Israelitas subieron contra los de Benjamín al tercer día, y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá como las otras veces. (Jueces 20:30)
Salieron los hijos de Benjamín contra el pueblo, y fueron alejados de la ciudad. Comenzaron como las otras veces a herir y a matar a algunos del pueblo por los caminos, uno de los cuales sube a Betel (Casa de Dios) y el otro a Guibeá, en campo abierto. Y mataron a unos treinta hombres de Israel. (Jueces 20:31)

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Jueces 20:28 - Referencia Cruzada

Y consultó Saúl a Dios: "¿Descenderé contra los Filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?" Pero El no le contestó en aquel día. (1 Samuel 14:37)
Cuando el sacerdote Finees y los principales de la congregación, es decir, las cabezas de las familias de Israel que estaban con él, oyeron las palabras que dijeron los Rubenitas, los Gaditas y la media tribu de Manasés, les pareció bien. (Josué 22:30)
Aquella misma noche, el SEÑOR le dijo a Gedeón: "Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos. (Jueces 7:9)
Entonces David consultó al SEÑOR: "¿Subiré contra los Filisteos? ¿Los entregarás en mi mano?" Y el SEÑOR dijo a David: "Sube, porque ciertamente entregaré a los Filisteos en tu mano." (2 Samuel 5:19)
No necesitan pelear en esta batalla; tomen sus puestos y estén quietos, y vean la salvación del SEÑOR con ustedes, oh Judá y Jerusalén.' No teman ni se acobarden; salgan mañana al encuentro de ellos porque el SEÑOR está con ustedes." (2 Crónicas 20:17)
Y David consultó al SEÑOR: "¿Perseguiré a esta banda? ¿Podré alcanzarlos?" Y El le respondió: "Persíguelos, porque de cierto los alcanzarás y sin duda los rescatarás a todos." (1 Samuel 30:8)
Y se encendió la ira del SEÑOR contra Uza, y Dios lo hirió allí por su irreverencia; y allí murió junto al arca de Dios. (2 Samuel 6:7)
En aquel tiempo el SEÑOR apartó la tribu de Leví para que llevara el arca del pacto del SEÑOR, y para que estuviera delante del SEÑOR, sirviéndole y bendiciendo en Su nombre hasta el día de hoy. (Deuteronomio 10:8)
Y el SEÑOR respondió: "Judá subirá primero; ya le he entregado el país en sus manos." (Jueces 1:2)
Cuando lo vio Finees, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se levantó de en medio de la congregación, y tomando una lanza en su mano, (Números 25:7)
Entonces los Israelitas enviaron a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, a Finees, hijo del sacerdote Eleazar, (Josué 22:13)
De nuevo David consultó al SEÑOR; y el SEÑOR le respondió: "Levántate, desciende a Keila, pues entregaré a los Filisteos en tu mano." (1 Samuel 23:4)
Porque el SEÑOR tu Dios lo ha escogido, a él y a sus hijos de entre todas tus tribus, para que esté allí y sirva en el nombre del SEÑOR, para siempre. (Deuteronomio 18:5)
Y Josué dijo: "¡Ah, Señor DIOS! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos después en manos de los Amorreos y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar al otro lado del Jordán! (Josué 7:7)
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propio entendimiento. (Proverbios 3:5)
Y murió Eleazar, hijo de Aarón. Lo sepultaron en Guibeá (en la colina) de su hijo Finees, que le había sido dada en la región montañosa de Efraín. (Josué 24:33)
Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, Ni de quien anda el dirigir sus pasos. (Jeremías 10:23)
Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, para que la pudieran llevar de la casa de Abinadab que estaba en la colina. Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo. (2 Samuel 6:3)