Nueva Biblia Latinoamericana
sino para que sea testigo entre nosotros y ustedes, y entre nuestras generaciones después de nosotros, que hemos de cumplir el servicio del SEÑOR delante de El con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios y con nuestras ofrendas de paz, para que en el día de mañana los hijos de ustedes no digan a nuestros hijos: "No tienen porción en el SEÑOR."' (Josué 22:27)
Nosotros, pues, dijimos: 'Sucederá el día de mañana, que si nos dicen esto a nosotros o a nuestras generaciones, entonces diremos: "Vean la réplica del altar del SEÑOR que nuestros padres edificaron, no para holocaustos ni para sacrificios, sino más bien como testigo entre nosotros y ustedes."' (Josué 22:28)
Lejos esté de nosotros que nos rebelemos contra el SEÑOR y nos apartemos de seguir hoy al SEÑOR, construyendo un altar para holocaustos, para ofrenda de cereal o para sacrificios, aparte del altar del SEÑOR nuestro Dios que está frente a Su tabernáculo (Su morada)." (Josué 22:29)
Cuando el sacerdote Finees y los principales de la congregación, es decir, las cabezas de las familias de Israel que estaban con él, oyeron las palabras que dijeron los Rubenitas, los Gaditas y la media tribu de Manasés, les pareció bien.
Y Finees, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los Rubenitas, a los Gaditas y a la media tribu de Manasés: "Hoy sabemos que el SEÑOR está en medio de nosotros, porque no han cometido esta infidelidad contra el SEÑOR. Ahora han librado a los Israelitas de la mano del SEÑOR." (Josué 22:31)
Entonces Finees, hijo del sacerdote Eleazar, y los jefes, dejaron a los Rubenitas y a los Gaditas, y regresaron de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los Israelitas, y les dieron respuesta. (Josué 22:32)
La respuesta agradó a los Israelitas. Estos bendijeron a Dios, y no hablaron más de subir a pelear contra ellos para destruir la tierra en que habitaban los Rubenitas y los Gaditas. (Josué 22:33)

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Josué 22:30 - Referencia Cruzada

Y esto pareció bien a los ojos del rey y de toda la asamblea. (2 Crónicas 30:4)
Entonces David dijo a Abigail: "Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme, (1 Samuel 25:32)
Al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: "Así que también a los Gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida." (Hechos 11:18)
Esta palabra pareció bien al rey y a los príncipes, y el rey hizo conforme a lo que fue dicho por Memucán. (Ester 1:21)
Dios ha entregado en manos de ustedes a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿y qué pude hacer yo en comparación con ustedes?" Entonces se aplacó la ira de ellos contra él cuando dijo esto. (Jueces 8:3)
La suave respuesta aparta el furor, Pero la palabra hiriente hace subir la ira. (Proverbios 15:1)
Vio, pues, Esaú que las hijas de Canaán no eran del agrado de su padre Isaac; (Génesis 28:8)
La respuesta agradó a los Israelitas. Estos bendijeron a Dios, y no hablaron más de subir a pelear contra ellos para destruir la tierra en que habitaban los Rubenitas y los Gaditas. (Josué 22:33)
Aquis llamó a David y le dijo: "Vive el SEÑOR que tú has sido recto; tu salir y tu entrar en el ejército conmigo son agradables a mis ojos, pues no he hallado mal en ti desde el día en que te pasaste a mí hasta hoy. Sin embargo, no eres agradable a los ojos de los príncipes. (1 Samuel 29:6)