Nueva Biblia Latinoamericana
Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, 300 hombres. Pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber. (Jueces 7:6)
El SEÑOR dijo entonces a Gedeón: "Los salvaré con los 300 hombres que lamieron el agua y entregaré a los Madianitas en tus manos. Que todos los demás del pueblo se vayan, cada uno a su casa." (Jueces 7:7)
Y los 300 hombres tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y sus trompetas. Y Gedeón envió a todos los demás hombres de Israel, cada uno a su tienda, pero retuvo a los 300 hombres. El campamento de Madián le quedaba abajo en el valle. (Jueces 7:8)
Aquella misma noche, el SEÑOR le dijo a Gedeón: "Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos.
Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura, (Jueces 7:10)
y oirás lo que dicen. Entonces tus manos serán fortalecidas para descender contra el campamento." Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército que estaban en el campamento. (Jueces 7:11)
Los Madianitas, los Amalecitas y todos los hijos del oriente estaban recostados en el valle, numerosos como langostas; y sus camellos eran innumerables, tan numerosos como la arena a la orilla del mar. (Jueces 7:12)

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Jueces 7:9 - Referencia Cruzada

En un sueño, en una visión nocturna, Cuando un sueño profundo cae sobre los hombres, Mientras dormitan en sus lechos, (Job 33:15)
¿No eran los Etíopes y los Libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, porque te apoyaste en el SEÑOR, El los entregó en tu mano. (2 Crónicas 16:8)
No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia. (Isaías 41:10)
No necesitan pelear en esta batalla; tomen sus puestos y estén quietos, y vean la salvación del SEÑOR con ustedes, oh Judá y Jerusalén.' No teman ni se acobarden; salgan mañana al encuentro de ellos porque el SEÑOR está con ustedes." (2 Crónicas 20:17)
Porque esta noche estuvo en mi presencia un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, (Hechos 27:23)
Y vino sobre él el Espíritu del SEÑOR, y juzgó a Israel. Cuando salió a la guerra, el SEÑOR entregó en su mano a Cusán Risataim, rey de Mesopotamia, y su poder prevaleció sobre Cusán Risataim. (Jueces 3:10)
Entonces Aod les dijo: "Persíganlos, porque el SEÑOR ha entregado en sus manos a sus enemigos, los Moabitas." Y descendieron tras él y se apoderaron de los vados del Jordán frente a Moab, y no dejaron pasar a nadie. (Jueces 3:28)
Pero mientras pensaba en esto, se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciéndole: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. (Mateo 1:20)
Después de haberse marchado ellos, un ángel del Señor se apareció a José en sueños, diciendo: "Levántate, toma al Niño y a Su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque Herodes (el Grande) quiere buscar y matar al Niño." (Mateo 2:13)
Y Dios habló a Israel en una visión nocturna, y dijo: "Jacob, Jacob." Y él respondió: "Aquí estoy." (Génesis 46:2)
Y dijeron a Josué: "Ciertamente, el SEÑOR ha entregado toda la tierra en nuestras manos, y además, todos los habitantes de la tierra se han acobardado ante nosotros." (Josué 2:24)
Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, Y el que te formó, oh Israel: "No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú. (Isaías 43:1)
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: "No temas a causa de ellos, porque mañana a esta hora Yo los entregaré a todos ellos muertos delante de Israel. Desjarretarás sus caballos y les quemarás sus carros." (Josué 11:6)
Por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: "No temas, sigue hablando y no calles; (Hechos 18:9)
Entre pensamientos inquietantes de visiones nocturnas, Cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, (Job 4:13)
Entonces Débora dijo a Barac: "¡Levántate! Porque éste es el día en que el SEÑOR ha entregado a Sísara en tus manos. Ya que el SEÑOR ha salido delante de ti." Bajó, pues, Barac del Monte Tabor seguido de 10,000 hombres. (Jueces 4:14)
Y el SEÑOR dijo a Josué: "No les tengas miedo, porque los he entregado en tus manos. Ninguno de ellos te podrá resistir." (Josué 10:8)
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré. (Josué 1:5)