Tola juzgó a Israel veintitrés años. Y murió y fue sepultado en Samir.
(Jueces 10:2)
Y tras él se levantó Jair el Galaadita, y juzgó a Israel veintidós años.
(Jueces 10:3)
Este tuvo treinta hijos que cabalgaban en treinta asnos, y tenían treinta ciudades en la tierra de Galaad que se llaman Havot Jair (las aldeas de Jair) hasta hoy.
(Jueces 10:4)
Y murió Jair, y fue sepultado en Camón.
Pero los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Sirvieron a los Baales, a Astarot, a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los Amonitas y a los dioses de los Filisteos. Abandonaron, pues, al SEÑOR y no le sirvieron.
(Jueces 10:6)
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los entregó en manos de los Filisteos y en manos de los Amonitas.
(Jueces 10:7)
Y ellos afligieron y quebrantaron a los Israelitas ese año. Y por dieciocho años oprimieron a todos los Israelitas que estaban al otro lado del Jordán, en Galaad, en la tierra de los Amorreos.
(Jueces 10:8)
