Nueva Biblia Latinoamericana
Y los 300 hombres tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y sus trompetas. Y Gedeón envió a todos los demás hombres de Israel, cada uno a su tienda, pero retuvo a los 300 hombres. El campamento de Madián le quedaba abajo en el valle. (Jueces 7:8)
Aquella misma noche, el SEÑOR le dijo a Gedeón: "Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos. (Jueces 7:9)
Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura, (Jueces 7:10)
y oirás lo que dicen. Entonces tus manos serán fortalecidas para descender contra el campamento." Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército que estaban en el campamento.
Los Madianitas, los Amalecitas y todos los hijos del oriente estaban recostados en el valle, numerosos como langostas; y sus camellos eran innumerables, tan numerosos como la arena a la orilla del mar. (Jueces 7:12)
Cuando Gedeón llegó allí, un hombre estaba contando un sueño a su amigo: "Escuchen, tuve un sueño. Un pan de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo y la tienda quedó extendida." (Jueces 7:13)
Su amigo le respondió: "Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento." (Jueces 7:14)

Otras publicaciones relacionadas con "Jueces 7:11":

Gregory Bishop
Gedeón
La historia de Gedeón en el Libro de Jueces habla sobre su llamado divino para liderar a los israelitas y salvarlos del enemigo. A través de sus dudas e incertidumbres, aprende a confiar en Dios y lidera a su pueblo a la victoria contra un gran ejército enemigo.


Dr. Roberto Miranda
Segundo Servicio Jueces 7:7
En este sermón, el Dr. Roberto Miranda explica las lecciones espirituales que se pueden aprender del pasaje de Jueces 7:7 y cómo aplicarlas a la vida cristiana actual. Se habla de la importancia de tener la unción, el discernimiento profético, la visibilidad y la proclamación del Evangelio en la batalla espiritual.


Jueces 7:11 - Referencia Cruzada

Porque todos ellos querían atemorizarnos, pensando: "Ellos se desanimarán con la obra y no será hecha." Pero ahora, oh Dios, fortalece mis manos. (Nehemías 6:9)
Fortalezcan las manos débiles Y afiancen las rodillas vacilantes. (Isaías 35:3)
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza. (Efesios 6:10)
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
Que sea la joven a quien yo diga: 'Por favor, baje su cántaro para que yo beba,' y que responda: 'Beba, y también daré de beber a sus camellos,' la que Tú has designado para Tu siervo Isaac. Por ello sabré que has mostrado misericordia a mi señor." (Génesis 24:14)
Dios, pues, hizo que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto, hacia el Mar Rojo. En orden de batalla subieron los Israelitas de la tierra de Egipto. (Éxodo 13:18)
Y por siete días celebraron gozosos la Fiesta de los Panes sin Levadura, porque el SEÑOR los había llenado de regocijo, y había vuelto hacia ellos el corazón del rey de Asiria para animarlos en la obra de la casa de Dios, el Dios de Israel. (Esdras 6:22)
Entonces dijo Jonatán: "Mira, vamos a pasar hacia esos hombres y nos mostraremos a ellos. (1 Samuel 14:8)
Los hombres de la guarnición saludaron a Jonatán y a su escudero y dijeron: "Suban a nosotros y les diremos algo." Y Jonatán dijo a su escudero: "Sube tras mí, pues el SEÑOR los ha entregado en manos de Israel." (1 Samuel 14:12)
Le ruego que El les conceda a ustedes, conforme a las riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder por Su Espíritu en el hombre interior; (Efesios 3:16)
Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a donde estaba David en Hores, y lo fortaleció en Dios. (1 Samuel 23:16)
Cuando Gedeón llegó allí, un hombre estaba contando un sueño a su amigo: "Escuchen, tuve un sueño. Un pan de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo y la tienda quedó extendida." (Jueces 7:13)
Y El me ha dicho: "Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad." Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. (2 Corintios 12:9)