Nueva Biblia Latinoamericana
Por dondequiera que iban, la mano del SEÑOR estaba contra ellos para mal, tal como el SEÑOR había dicho y como el SEÑOR les había jurado, y se angustiaron en gran manera. (Jueces 2:15)
Entonces el SEÑOR levantó jueces que los libraron de la mano de los que los saqueaban. (Jueces 2:16)
Sin embargo no escucharon a sus jueces, porque se prostituyeron siguiendo a otros dioses, y se postraron ante ellos. Se apartaron pronto del camino en que sus padres habían andado en obediencia a los mandamientos del SEÑOR. No hicieron como sus padres. (Jueces 2:17)
Cuando el SEÑOR les levantaba jueces, el SEÑOR estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todos los días del juez. Porque el SEÑOR se compadecía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Pero cuando moría el juez, ellos volvían atrás y se corrompían aún más que sus padres, siguiendo a otros dioses, sirviéndoles (adorándolos) e inclinándose ante ellos. No dejaban sus costumbres ni su camino obstinado. (Jueces 2:19)
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y dijo: "Por cuanto esta nación ha quebrantado Mi pacto que ordené a sus padres, y no ha escuchado Mi voz, (Jueces 2:20)
tampoco Yo volveré a expulsar de delante de ellos a ninguna de las naciones que Josué dejó cuando murió, (Jueces 2:21)

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Jueces 2:18 - Referencia Cruzada

Ciertamente Yo estaré contigo," le respondió el SEÑOR, "y la señal para ti de que soy Yo el que te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto ustedes adorarán (servirán) a Dios en este monte." (Éxodo 3:12)
Entonces Joacaz imploró el favor del SEÑOR, y el SEÑOR lo oyó; porque El vio la opresión de Israel, de cómo el rey de Aram los oprimía. (2 Reyes 13:4)
Cuando Dios vio sus acciones, que se habían apartado de su mal camino, entonces Dios se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. (Jonás 3:10)
Dios oyó su gemido y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. (Éxodo 2:24)
Por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: "No temas, sigue hablando y no calles; (Hechos 18:9)
Y quitaron los dioses extranjeros de en medio de ellos y sirvieron al SEÑOR. Y El no pudo soportar más la angustia de Israel. (Jueces 10:16)
Por la desolación del afligido, por los gemidos del menesteroso, Me levantaré ahora," dice el SEÑOR; "lo pondré en la seguridad que anhela." (Salmos 12:5)
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré. (Josué 1:5)
Hazael, rey de Aram, había oprimido a Israel todos los días de Joacaz. (2 Reyes 13:22)
¿Cómo podré abandonarte, Efraín? ¿Cómo podré entregarte, Israel? ¿Cómo podré Yo hacerte como a Adma? ¿Cómo podré tratarte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de Mí, Se enciende toda Mi compasión. (Oseas 11:8)
Y al SEÑOR Le pesó haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en Su corazón. (Génesis 6:6)
Sin embargo, El vio su angustia Al escuchar su clamor, (Salmos 106:44)
En un momento Yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir; (Jeremías 18:7)
Porque el SEÑOR vindicará a Su pueblo Y tendrá compasión de Sus siervos, Cuando vea que su fuerza se ha ido, Y que nadie queda, ni siervo ni libre. (Deuteronomio 32:36)
Vuelve, SEÑOR; ¿hasta cuándo? Y compadécete de Tus siervos. (Salmos 90:13)