Nueva Biblia Latinoamericana
Abraham se levantó e hizo una reverencia al pueblo de aquella tierra, los hijos de Het, (Génesis 23:7)
y habló con ellos: "Si es su voluntad que yo sepulte aquí a mi difunta separándola de delante de mí, escúchenme e intercedan por mí con Efrón, hijo de Zohar, (Génesis 23:8)
para que me dé la cueva de Macpela que le pertenece, que está al extremo de su campo. Que en presencia de ustedes me la dé por un precio justo en posesión para una sepultura." (Génesis 23:9)
Efrón estaba sentado entre los hijos de Het. Y Efrón, el Hitita, respondió a Abraham a oídos de los hijos de Het y de todos los que entraban por la puerta de su ciudad:
No, señor mío, escúcheme. Le doy el campo y le doy la cueva que está en él. A la vista de los hijos de mi pueblo se lo doy. Sepulte a su difunta." (Génesis 23:11)
Entonces Abraham se inclinó delante del pueblo de aquella tierra, (Génesis 23:12)
y a oídos del pueblo de aquella tierra le hablo a Efrón: "Le ruego que me oiga. Le daré el precio del campo. Acéptelo de mí, para que pueda sepultar allí a mi difunta." (Génesis 23:13)

Otras publicaciones relacionadas con "Génesis 23:10":

Dr. Roberto Miranda
Génesis 22 (parte 2)
En este pasaje de la Biblia, Dios le pide a Abraham que ofrezca a su hijo Isaac como sacrificio en el monte Moría. Abraham obedece inmediatamente y muestra una buena disposición al levantarse temprano para ir al lugar que Dios le había indicado. También aprendemos que Dios nos prueba para su gloria, para sacar a la luz lo que hay en nosotros, para fortalecer nuestra fe, para establecer principios espirituales y para promover nuestro crecimiento.


Dr. Roberto Miranda
Génesis 22 (parte 2)
En este sermón, el pastor explora el pasaje de Génesis 22, en el que Dios le pide a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac y destaca la importancia de dar por obediencia y reconocimiento del señorío de Dios sobre nuestras vidas.


Génesis 23:10 - Referencia Cruzada

Todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad. (Lucas 2:3)
a Abraham en propiedad a la vista de los hijos de Het, delante de todos los que entraban por la puerta de su ciudad. (Génesis 23:18)
Booz subió a la puerta y allí se sentó, y cuando el pariente más cercano de quien Booz había hablado iba pasando, le dijo: "Oye, amigo, ven acá y siéntate." Y él vino y se sentó. (Rut 4:1)
Subiendo Jesús en una barca, pasó al otro lado del mar y llegó a Su ciudad. (Mateo 9:1)
Cuando yo salía a la puerta de la ciudad, Cuando en la plaza tomaba mi asiento, (Job 29:7)
Entonces Hamor y su hijo Siquem vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los hombres de la ciudad: (Génesis 34:20)
Espíritu de justicia para el que se sienta en juicio, Y fuerza para los que rechazan el asalto en la puerta. (Isaías 28:6)
Y escucharon a Hamor y a su hijo Siquem todos los que salían por la puerta de la ciudad, y fue circuncidado todo varón: todos los que salían por la puerta de la ciudad. (Génesis 34:24)
Entonces el siervo tomó diez camellos de entre los camellos de su señor, y partió con toda clase de bienes de su señor en su mano; se levantó y fue a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor. (Génesis 24:10)