Nueva Biblia Latinoamericana
Yo los he conducido durante cuarenta años en el desierto; no se han gastado los vestidos sobre ustedes y no se ha gastado la sandalia en su pie. (Deuteronomio 29:5)
No han comido pan ni han bebido vino ni sidra, para que sepan que Yo soy el SEÑOR su Dios. (Deuteronomio 29:6)
Cuando ustedes llegaron a este lugar, Sehón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para pelear, pero los derrotamos; (Deuteronomio 29:7)
y tomamos su tierra y la dimos en herencia a los Rubenitas, a los Gaditas y a la media tribu de Manasés.
Guarden, pues, las palabras de este pacto y pónganlas en práctica, para que prosperen en todo lo que hagan. (Deuteronomio 29:9)
Hoy están todos ustedes en presencia del SEÑOR su Dios: sus jefes, sus tribus, sus ancianos y sus oficiales, todos los hombres de Israel, (Deuteronomio 29:10)
sus pequeños, sus mujeres, y el extranjero que está dentro de tus campamentos, desde tu leñador hasta el que saca tu agua, (Deuteronomio 29:11)

Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 29:8":

Samuel Acevedo
No temas, ni desmayes
En este artículo, Samuel Acevedo nos recuerda la importancia de no temer ni desmayar en nuestra vida cristiana y cómo mantener una relación viva con Dios para encontrar paz y bendición en Él.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Transición de la promesa a la posesión
Artículo sobre la importancia de hacer una transición en nuestra vida espiritual para convertirnos en verdaderos conquistadores de las promesas de Dios, enfatizando la importancia de la obediencia, la escucha de la Palabra de Dios, la oración y la renovación para lograr esta transición.


Deuteronomio 29:8 - Referencia Cruzada

Tomamos posesión, pues, de esta tierra en aquel tiempo. Desde Aroer, que está en el Valle del Arnón, y la mitad de la región montañosa de Galaad y sus ciudades, se la di a los Rubenitas y a los Gaditas. (Deuteronomio 3:12)
Entonces Moisés dio a los Gaditas, y a los Rubenitas, y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sehón, rey de los Amorreos, y el reino de Og, rey de Basán: la tierra con sus ciudades, con sus territorios, y las ciudades de la tierra circunvecina. (Números 32:33)