El te prestará, pero tú no le podrás prestar. El será la cabeza y tú serás la cola.
(Deuteronomio 28:44)Todas estas maldiciones vendrán sobre ti y te perseguirán y te alcanzarán hasta que seas destruido, porque tú no escuchaste la voz del SEÑOR tu Dios, y no guardaste los mandamientos y estatutos que El te mandó.
(Deuteronomio 28:45)Ellas serán señal y maravilla sobre ti y sobre tu descendencia para siempre.
(Deuteronomio 28:46)Por cuanto no serviste al SEÑOR tu Dios con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías la abundancia de todas las cosas,
por tanto servirás a tus enemigos, los cuales el SEÑOR enviará contra ti: en hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosas. El pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya destruido.
(Deuteronomio 28:48)El SEÑOR levantará contra ti una nación de lejos, desde el extremo de la tierra, que descenderá veloz como águila, una nación cuya lengua no entenderás,
(Deuteronomio 28:49)una nación de rostro fiero que no tendrá respeto al anciano ni tendrá compasión del niño.
(Deuteronomio 28:50)Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 28:47":
Deuteronomio 28:47 - Referencia Cruzada
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
(1 Timoteo 6:17)Allí también ustedes y sus familias comerán en presencia del SEÑOR su Dios, y se alegrarán en todas sus empresas en las cuales el SEÑOR su Dios los ha bendecido.
(Deuteronomio 12:7)Pero ellos en su propio reino, Con los muchos bienes que Tú les diste, Con la espaciosa y rica tierra que pusiste delante de ellos, No Te sirvieron ni se convirtieron de sus malas obras.
(Nehemías 9:35)Y te alegrarás delante del SEÑOR tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el Levita que habita en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que están en medio de ti, en el lugar donde el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí Su nombre.
(Deuteronomio 16:11)Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra, Y comió el producto del campo; Le hizo gustar miel de la peña, Y aceite del pedernal,
(Deuteronomio 32:13)