Nueva Biblia Latinoamericana
Los demás oirán y temerán, y nunca más volverán a hacer una maldad semejante en medio de ti. (Deuteronomio 19:20)
No tendrás piedad: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie. (Deuteronomio 19:21)
Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, y pueblo más numeroso que tú, no tengas temor de ellos; porque el SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto está contigo. (Deuteronomio 20:1)
Cuando se acerquen a la batalla, el sacerdote se llegará y hablará al pueblo,
y les dirá: 'Oye, Israel, hoy ustedes se acercan a la batalla contra sus enemigos; no desmaye su corazón; no teman ni se alarmen, ni se aterroricen delante de ellos, (Deuteronomio 20:3)
porque el SEÑOR su Dios es el que va con ustedes, para pelear por ustedes contra sus enemigos, para salvarlos.' (Deuteronomio 20:4)
Los oficiales hablarán al pueblo: '¿Quién es el hombre que ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro la estrene. (Deuteronomio 20:5)

Otras publicaciones relacionadas con "Deuteronomio 20:2":

Samuel Acevedo
No temas, ni desmayes
En este artículo, Samuel Acevedo nos recuerda la importancia de no temer ni desmayar en nuestra vida cristiana y cómo mantener una relación viva con Dios para encontrar paz y bendición en Él.


Charles Spurgeon
No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Gregory Bishop
Cuando tratan de engañarte
El pastor Gregory habla sobre la importancia de consultar a Dios antes de tomar decisiones y mantener nuestra antena espiritual puesta a través de disciplinas espirituales como la oración y la lectura de la Biblia. Además, alienta a tener un tiempo regular de comunión con Dios y a estirar los músculos espirituales a través del ayuno, viviendo por fe y no por vista.


Deuteronomio 20:2 - Referencia Cruzada

Entonces Saúl dijo a Ahías: "Trae el arca de Dios." Porque en ese tiempo el arca de Dios estaba con los Israelitas. (1 Samuel 14:18)
Así que Dios está con nosotros a la cabeza, y Sus sacerdotes con las trompetas de aviso para tocar la alarma contra ustedes. ¡Oh Israelitas!, no luchen contra el SEÑOR, Dios de sus padres, porque nada lograrán." (2 Crónicas 13:12)
Además, los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas; y les será a ustedes por estatuto perpetuo por sus generaciones. (Números 10:8)
Y Moisés los envió a la guerra, 1,000 de cada tribu, y a Finees, hijo del sacerdote Eleazar, a la guerra con ellos, con los vasos sagrados y las trompetas en su mano para la alarma. (Números 31:6)
Entonces dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: "Te ruego que me traigas el efod." Y Abiatar llevó el efod a David. (1 Samuel 30:7)
Los Israelitas consultaron al SEÑOR, porque el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, (Jueces 20:27)