Así se hará la remisión (el perdón): todo acreedor hará remisión de lo que haya prestado a su prójimo; no lo exigirá de su prójimo ni de su hermano, porque se ha proclamado la remisión del SEÑOR.
(Deuteronomio 15:2)De un extranjero lo puedes exigir, pero tu mano perdonará cualquier cosa tuya que tu hermano tenga.
(Deuteronomio 15:3)Sin embargo, no habrá menesteroso entre ustedes, ya que el SEÑOR de cierto te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad para poseerla,
si sólo escuchas fielmente la voz del SEÑOR tu Dios, para guardar cuidadosamente todo este mandamiento que te ordeno hoy.
(Deuteronomio 15:5)Pues el SEÑOR tu Dios te bendecirá como te ha prometido, y tú prestarás a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado; y tendrás dominio sobre muchas naciones, pero ellas no tendrán dominio sobre ti.
(Deuteronomio 15:6)Si hay un menesteroso contigo, uno de tus hermanos, en cualquiera de tus ciudades en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre,
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Deuteronomio 15:4 - Referencia Cruzada
El que desprecia a su prójimo peca, Pero es feliz el que se apiada de los pobres.
(Proverbios 14:21)Y si te ofreces ayudar al hambriento, Y sacias el deseo del afligido, Entonces surgirá tu luz en las tinieblas, Y tu oscuridad será como el mediodía.
(Isaías 58:10)Hay quien reparte, y le es añadido más, Y hay quien retiene lo que es justo, sólo para venir a menos.
(Proverbios 11:24)El que da al pobre no pasará necesidad, Pero el que cierra sus ojos tendrá muchas maldiciones.
(Proverbios 28:27)El SEÑOR te hará abundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu suelo, en la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que te daría.
(Deuteronomio 28:11)Y sucederá que si obedeces diligentemente al SEÑOR tu Dios, cuidando de cumplir todos Sus mandamientos que yo te mando hoy, el SEÑOR tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra.
(Deuteronomio 28:1)Y vendrá el Levita, que no tiene parte ni herencia contigo, también el extranjero, el huérfano y la viuda que habitan en tus ciudades, y comerán y se saciarán, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra que tu mano haga.
(Deuteronomio 14:29)