Nueva Biblia Latinoamericana
Conquistamos en aquel entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la región de Argob, el reino de Og en Basán. (Deuteronomio 3:4)
Todas éstas eran ciudades fortificadas con altas murallas, puertas y barras, aparte de muchos otros pueblos sin murallas. (Deuteronomio 3:5)
Las destruimos totalmente, como hicimos con Sehón, rey de Hesbón, exterminando a todos los hombres, mujeres y niños de cada ciudad. (Deuteronomio 3:6)
Pero tomamos como nuestro botín todos los animales y los despojos de las ciudades.
Tomamos entonces la tierra de mano de los dos reyes de los Amorreos que estaban del otro lado del Jordán, desde el Valle del Arnón hasta el Monte Hermón (Deuteronomio 3:8)
(los Sidonios llaman Sirión, a Hermón, y los Amorreos lo llaman Senir): (Deuteronomio 3:9)
todas las ciudades de la meseta, todo Galaad y todo Basán, hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán. (Deuteronomio 3:10)

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Deuteronomio 3:7 - Referencia Cruzada

Mataron a filo de espada a todas las personas que había en ella, destruyéndolas por completo. No quedó nadie con vida. A Hazor le prendió fuego. (Josué 11:11)
Sólo el ganado y los despojos de aquella ciudad tomó Israel para sí como botín, conforme a la palabra que el SEÑOR había ordenado a Josué. (Josué 8:27)
Tomamos solamente como nuestro botín los animales y los despojos de las ciudades que habíamos capturado. (Deuteronomio 2:35)