Al amanecer, los ángeles apremiaban a Lot, diciendo: "Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no sean destruidos en el castigo de la ciudad." (Génesis 19:15)

Pero él titubeaba. Entonces los dos hombres los tomaron de la mano, a él, y a su mujer y a sus dos hijas, porque la compasión del SEÑOR estaba sobre él. Los sacaron y los pusieron fuera de la ciudad. (Génesis 19:16)

Cuando los habían llevado fuera, uno le dijo: "Huye por tu vida. No mires detrás de ti y no te detengas en ninguna parte del valle. Escapa al monte, no sea que perezcas." (Génesis 19:17)

No, por favor, señores míos," les dijo Lot.

Ahora tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos, y has engrandecido tu misericordia la cual me has mostrado salvándome la vida. Pero no puedo escapar al monte, no sea que el desastre me alcance, y muera. (Génesis 19:19)

Mira, esta ciudad está bastante cerca para huir a ella, y es pequeña. Te ruego que me dejes huir allá (¿acaso no es pequeña?) para salvar mi vida." (Génesis 19:20)

Y él le respondió: "Bien, te concedo también esta petición de no destruir la ciudad de que has hablado. (Génesis 19:21)

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Génesis 19:18 - Referencia Cruzada

Pero Pedro dijo: "De ninguna manera, Señor, porque yo jamás he comido nada impuro o inmundo." (Hechos 10:14)

Pero Ananías respondió: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén, (Hechos 9:13)

Entonces el hombre dijo: "Suéltame porque raya el alba." "No te soltaré si no me bendices," le respondió Jacob. (Génesis 32:26)

Cuando llegó a Simón Pedro, éste Le dijo: "Señor, ¿Tú me vas a lavar a mí los pies?" (Juan 13:6)

Así dice el SEÑOR, el Santo de Israel y su Hacedor: "Pregúntenme acerca de las cosas venideras tocante a Mis hijos, Y dejarán a Mi cuidado la obra de Mis manos. (Isaías 45:11)

Pero Naamán se enojó, y se fue diciendo: "Yo pensé: 'Seguramente él vendrá a mí, y se detendrá e invocará el nombre del SEÑOR su Dios, moverá su mano sobre la parte enferma y curará la lepra.' (2 Reyes 5:11)