Nueva Biblia Latinoamericana
Y Dios dijo a Balaam: "No vayas con ellos; no maldecirás al pueblo, porque es bendito." (Números 22:12)
Balaam se levantó de mañana y dijo a los jefes de Balac: "Vuelvan a su tierra, porque el SEÑOR ha rehusado dejarme ir con ustedes." (Números 22:13)
Y los jefes de Moab se levantaron y volvieron a Balac, y le dijeron: "Balaam rehusó venir con nosotros." (Números 22:14)
Entonces Balac envió jefes otra vez, más numerosos y más distinguidos que los anteriores.
Y fueron a Balaam, y le dijeron: "Así dice Balac, hijo de Zipor: 'Te ruego que no rehúses venir a mí; (Números 22:16)
porque en verdad te honraré en gran manera, y haré cualquier cosa que me digas. Ven, pues, te ruego, y maldíceme a este pueblo.'" (Números 22:17)
Y Balaam respondió a los siervos de Balac: "Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría traspasar el mandamiento del SEÑOR mi Dios para hacer ni poco ni mucho. (Números 22:18)

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Números 22:15 - Referencia Cruzada

Después que se había ido el ángel que le hablaba, Cornelio llamó a dos de los criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían. (Hechos 10:7)
Los ancianos de Moab y los ancianos de Madián fueron con el precio de la adivinación en la mano; y llegaron a Balaam, y le repitieron las palabras de Balac. (Números 22:7)