Nueva Biblia Latinoamericana
Serán santos a su Dios y no profanarán el nombre de su Dios, porque presentarán las ofrendas encendidas al SEÑOR, el alimento de su Dios; por tanto, ustedes serán santos. (Levítico 21:6)
No tomarán mujer que haya sido profanada como ramera, ni tomarán mujer divorciada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios. (Levítico 21:7)
Lo consagrarás, pues, porque él ofrece el alimento de tu Dios; será santo para ti; porque Yo, el SEÑOR que los santifico, soy santo. (Levítico 21:8)
Y la hija de un sacerdote, si se profana como ramera, a su padre profana; en el fuego será quemada.
Y el que sea sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza haya sido derramado el aceite de la unción y que haya sido consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza ni rasgará sus vestiduras. (Levítico 21:10)
No se acercará a ningún muerto, ni aun por su padre o por su madre se contaminará. (Levítico 21:11)
No saldrá del santuario ni profanará el santuario de su Dios, porque la consagración del aceite de la unción de su Dios está sobre él. Yo soy el SEÑOR. (Levítico 21:12)

Otras publicaciones relacionadas con "Levítico 21:9":

Dr. Roberto Miranda
Llamado a una vida de santidad
La santidad es un llamado a una vida de consagración y entrega a Dios. Este artículo habla sobre la importancia de la santidad en la vida cristiana, el proceso de santificación, la lucha contra el pecado y la dependencia de Cristo.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
El desafio de la santidad
Artículo sobre la importancia de la santidad en la vida cristiana y cómo buscarla y practicarla.


Levítico 21:9 - Referencia Cruzada

Y para ti, ésta será la señal que vendrá en cuanto a tus dos hijos, Ofni y Finees: en el mismo día morirán los dos. (1 Samuel 2:34)
Aterrados están los pecadores en Sion, El temblor se ha apoderado de los impíos. ¿Quién de nosotros habitará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? (Isaías 33:14)
Porque le he hecho saber que estoy a punto de juzgar su casa para siempre a causa de la iniquidad de la cual él sabía, pues sus hijos trajeron sobre sí una maldición, y él no los reprendió. (1 Samuel 3:13)
Lo designarás, si el anciano es irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, no acusados de disolución ni de rebeldía. (Tito 1:6)
Maten a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzarán por Mi santuario." Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo. (Ezequiel 9:6)
No degradarás a tu hija haciendo que se prostituya, para que la tierra no se entregue a la prostitución ni se llene de corrupción. (Levítico 19:29)
El pecado de los jóvenes era muy grande delante del SEÑOR, porque despreciaban la ofrenda del SEÑOR. (1 Samuel 2:17)
Entonces Jesús comenzó a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de Sus milagros, porque no se habían arrepentido: (Mateo 11:20)
Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad; (1 Timoteo 3:4)
Yo reprenderé a su descendencia, y les echaré estiércol a la cara, el estiércol de sus fiestas, y serán llevados con él. (Malaquías 2:3)
Y a los tres meses, informaron a Judá, diciendo: "Tu nuera Tamar ha fornicado, y ha quedado encinta a causa de las fornicaciones." "Sáquenla y que sea quemada," dijo Judá. (Génesis 38:24)
Si alguien toma a una mujer y a la madre de ella, es una inmoralidad; él y ellas serán quemados para que no haya inmoralidad entre ustedes. (Levítico 20:14)
Y será que el hombre que sea sorprendido con las cosas dedicadas al anatema será quemado, él y todo lo que le pertenece, porque ha quebrantado el pacto del SEÑOR, y ha cometido una terrible ofensa (infamia) en Israel.'" (Josué 7:15)
Y Josué dijo: "¿Por qué nos has turbado? El SEÑOR te turbará hoy." Todo Israel los apedreó y los quemaron después de haberlos apedreado. (Josué 7:25)