Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando el que tiene el flujo quede limpio de su flujo, contará para sí siete días para su purificación; entonces lavará su ropa, bañará su cuerpo en agua corriente y quedará limpio. (Levítico 15:13)
Entonces al octavo día tomará para sí dos tórtolas o dos pichones, y vendrá delante del SEÑOR a la entrada de la tienda de reunión y los dará al sacerdote; (Levítico 15:14)
y el sacerdote los ofrecerá, uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto. Así el sacerdote hará expiación por él delante del SEÑOR a causa de su flujo. (Levítico 15:15)
Y si un hombre tiene emisión de semen, bañará todo su cuerpo en agua y quedará inmundo hasta el atardecer.
En cuanto a cualquier vestidura o piel sobre la cual haya emisión de semen, será lavada con agua y quedará inmunda hasta el atardecer. (Levítico 15:17)
Si un hombre se acuesta con una mujer y hay emisión de semen, ambos se bañarán en agua y quedarán inmundos hasta el atardecer. (Levítico 15:18)
Cuando una mujer tenga flujo, si el flujo en su cuerpo es sangre, ella permanecerá en su impureza menstrual por siete días; y cualquiera que la toque quedará inmundo hasta el atardecer. (Levítico 15:19)

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Levítico 15:16 - Referencia Cruzada

Ningún varón de los descendientes de Aarón que sea leproso, o que tenga flujo, podrá comer de las cosas sagradas hasta que sea limpio. Y si alguien toca alguna cosa contaminada por un cadáver, o si un hombre tiene una emisión seminal, (Levítico 22:4)
Si hay en medio de ti un hombre inmundo a causa de una emisión nocturna, debe salir fuera del campamento; no volverá a entrar al campamento. (Deuteronomio 23:10)
Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. (2 Corintios 7:1)
Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos, que se abstengan de las pasiones carnales que combaten contra el alma. (1 Pedro 2:11)
Además, cualquiera que toque su cama lavará su ropa, se bañará en agua y quedará inmundo hasta el atardecer; (Levítico 15:5)
Pero si andamos en la Luz, como El está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:7)