Nueva Biblia Latinoamericana
No tengo mayor gozo que éste: oír que mis hijos andan en la verdad. (3 Juan 1:4)
Amado, estás obrando fielmente en lo que haces por los hermanos, y sobre todo cuando se trata de extraños. (3 Juan 1:5)
Porque ellos dan testimonio de tu amor ante la iglesia. Harás bien en ayudarlos a proseguir su viaje de una manera digna de Dios. (3 Juan 1:6)
Pues ellos salieron por amor al Nombre, no aceptando nada de los Gentiles (incrédulos).
Por tanto, nosotros debemos acoger a tales hombres, para que seamos colaboradores en pro de la verdad. (3 Juan 1:8)
Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos. (3 Juan 1:9)
Por esta razón, si voy, llamaré la atención a las obras que hace, acusándonos injustamente con palabras maliciosas. No satisfecho con esto, él mismo no recibe a los hermanos, se lo prohíbe a los que quieren hacerlo y los expulsa de la iglesia. (3 Juan 1:10)

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3 Juan 1:7 - Referencia Cruzada

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos de ustedes por amor de Jesús. (2 Corintios 4:5)
Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por Su cuerpo, que es la iglesia. (Colosenses 1:24)
porque Yo le mostraré cuánto debe padecer por Mi nombre." (Hechos 9:16)
¿O cometí un pecado al humillarme a mí mismo para que ustedes fueran exaltados, porque les prediqué (anuncié) el evangelio de Dios gratuitamente? (2 Corintios 11:7)
Así que los que habían sido esparcidos iban predicando (anunciando las buenas nuevas de) la palabra. (Hechos 8:4)
Cuando regresó al hombre de Dios con toda su compañía, fue y se puso delante de él, y le dijo: "Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Le ruego, pues, que reciba ahora un presente de su siervo." (2 Reyes 5:15)
¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Que al predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas), pueda ofrecerlo gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho como predicador del evangelio. (1 Corintios 9:18)
Si otros tienen este derecho sobre ustedes, ¿no lo tenemos aún más nosotros? Sin embargo, no hemos usado este derecho, sino que sufrimos todo para no causar estorbo al evangelio de Cristo. (1 Corintios 9:12)
Pero Giezi, criado de Eliseo, el hombre de Dios, dijo para sí: "Puesto que mi señor ha dispensado a este Naamán Arameo al no recibir de sus manos lo que él trajo, vive el SEÑOR que correré tras él y tomaré algo de él." (2 Reyes 5:20)
Tienes perseverancia, y has sufrido por Mi nombre y no has desmayado. (Apocalipsis 2:3)
Los apóstoles, pues, salieron de la presencia del Concilio (Sanedrín), regocijándose de que hubieran sido considerados dignos de sufrir afrenta por Su Nombre. (Hechos 5:41)
Pues ¿en qué fueron tratados como inferiores a las demás iglesias, excepto en que yo mismo no fui una carga para ustedes? ¡Perdónenme este agravio! (2 Corintios 12:13)