Nueva Biblia Latinoamericana
Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta. (Santiago 2:26)
Hermanos míos, que no se hagan maestros muchos de ustedes , sabiendo que recibiremos un juicio más severo (mayor condenación). (Santiago 3:1)
Porque todos fallamos (ofendemos) de muchas maneras. Si alguien no falla en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. (Santiago 3:2)
Ahora bien, si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo.
Miren también las naves; aunque son tan grandes e impulsadas por fuertes vientos, son, sin embargo, dirigidas mediante un timón muy pequeño por donde la voluntad del piloto quiere. (Santiago 3:4)
Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. ¡Pues qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! (Santiago 3:5)
También la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida. (Santiago 3:6)

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Santiago 3:3 - Referencia Cruzada

A causa de tu furor contra Mí, Y porque tu arrogancia ha subido hasta Mis oídos, Pondré, pues, Mi garfio en tu nariz Y Mi freno en tu boca, Y te haré volver por el camino por donde viniste. (Isaías 37:29)
Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David. Yo dije: "Guardaré mis caminos Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca como con mordaza Mientras el impío esté en mi presencia." (Salmos 39:1)
Si alguien se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana. (Santiago 1:26)
Porque estás lleno de ira contra Mí, Y porque tu arrogancia ha subido hasta Mis oídos, Pondré, pues, Mi argolla en tu nariz Y Mi freno en tus labios, Y te haré volver por el camino por donde viniste. (2 Reyes 19:28)
No seas como el caballo o como el mulo, que no tienen entendimiento; Cuyos arreos incluyen brida y freno para sujetarlos, Porque si no, no se acercan a ti. (Salmos 32:9)