el erizo, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija de arena y el camaleón. (Levítico 11:30)

Estos serán inmundos para ustedes de entre todos los animales que se arrastran; todo el que los toque cuando estén muertos quedará inmundo hasta el atardecer. (Levítico 11:31)

También quedará inmunda cualquier cosa sobre la cual caiga muerto uno de ellos, incluso cualquier artículo de madera, ropa, piel, saco, o cualquier utensilio de trabajo; será puesto en el agua y quedará inmundo hasta el atardecer; entonces quedará limpio. (Levítico 11:32)

Respecto a cualquier vasija de barro en la cual caiga uno de ellos, lo que está en la vasija quedará inmundo y quebrarán la vasija.

Todo alimento que se come, sobre el cual caiga de esta agua, quedará inmundo, y todo líquido que se bebe, que esté en tales vasijas quedará inmundo. (Levítico 11:34)

Todo aquello sobre lo cual caiga parte de sus cadáveres quedará inmundo; el horno o fogón será derribado; son inmundos y seguirán siendo inmundos para ustedes. (Levítico 11:35)

Sin embargo, una fuente o cisterna donde se recoge agua será limpia, pero lo que toque sus cadáveres quedará inmundo. (Levítico 11:36)

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Levítico 11:33 - Referencia Cruzada

Todo aquello sobre lo cual caiga parte de sus cadáveres quedará inmundo; el horno o fogón será derribado; son inmundos y seguirán siendo inmundos para ustedes. (Levítico 11:35)

el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de Su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a El mismo. (Filipenses 3:21)

Sin embargo, una vasija de barro que toque la persona con el flujo será quebrada, y toda vasija de madera será lavada con agua. (Levítico 15:12)

En todas las terrazas de Moab y en sus calles todo es lamentación, porque he quebrado a Moab como a vaso indeseable," declara el SEÑOR. (Jeremías 48:38)

Y la vasija de barro en la cual fue hervida, será quebrada; y si se hirvió en una vasija de bronce, se restregará y se lavará con agua. (Levítico 6:28)

Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos. (2 Corintios 5:1)

Derribará, pues, la casa, sus piedras, sus maderas y todo el emplaste de la casa, y los llevará fuera de la ciudad a un lugar inmundo. (Levítico 14:45)