Nueva Biblia Latinoamericana
el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad. (1 Timoteo 2:4)
Porque hay un solo Dios, y también un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, (1 Timoteo 2:5)
quien Se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo. (1 Timoteo 2:6)
Y para esto yo fui constituido predicador y apóstol, (digo la verdad en Cristo, no miento), como maestro de los Gentiles en fe y verdad.
Por tanto, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones. (1 Timoteo 2:8)
Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos, (1 Timoteo 2:9)
sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad. (1 Timoteo 2:10)

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1 Timoteo 2:7 - Referencia Cruzada

Pero El me dijo: 'Ve, porque te voy a enviar lejos, a los Gentiles.'" (Hechos 22:21)
Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador (heraldo) de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. (2 Pedro 2:5)
según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado. (1 Timoteo 1:11)
En lo que les escribo, les aseguro delante de Dios que no miento. (Gálatas 1:20)
Pero a ustedes hablo, Gentiles. Entonces, puesto que yo soy apóstol de los Gentiles, honro mi ministerio, (Romanos 11:13)
Te rescataré del pueblo Judío y de los Gentiles, a los cuales Yo te envío, (Hechos 26:17)
para ser ministro de Cristo Jesús a los Gentiles, ministrando a manera de sacerdote el evangelio de Dios, a fin de que la ofrenda que hago de los Gentiles sea aceptable, santificada por el Espíritu Santo. (Romanos 15:16)
Las obras de Sus manos son verdad y justicia, Fieles todos Sus preceptos. (Salmos 111:7)
¿Cómo, pues, invocarán a Aquél en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquél de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? (Romanos 10:14)
Digo la verdad en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo, (Romanos 9:1)
Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. (Eclesiastés 1:1)
Cuando llegaron y reunieron a la iglesia, informaron de todas las cosas que Dios había hecho con ellos, y cómo había abierto a los Gentiles la puerta de la fe. (Hechos 14:27)
El Dios y Padre del Señor Jesús, el cual es bendito para siempre, sabe que no miento. (2 Corintios 11:31)
Al reconocer la gracia que se me había dado, Jacobo (Santiago), Pedro (Cefas) y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los Gentiles y ellos a los de la circuncisión. (Gálatas 2:9)
Es de este evangelio que fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia (la energía) de Su poder. (Efesios 3:7)
Para este evangelio yo fui constituido predicador, apóstol y maestro. (2 Timoteo 1:11)
Mira," dice el Predicador, "he descubierto esto, Agregando una cosa a otra para hallar la razón, (Eclesiastés 7:27)
Yo, el Predicador, he sido rey sobre Israel en Jerusalén. (Eclesiastés 1:12)
revelar a Su Hijo en mí para que yo Lo anunciara entre los Gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre, (Gálatas 1:16)
Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de Su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar hago mención de ustedes (Romanos 1:9)
Decían entonces los Judíos entre sí: "¿Adónde piensa irse Este que no Lo podamos encontrar? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión entre los Griegos y enseñar a los Griegos? (Juan 7:35)
Vanidad de vanidades," dice el Predicador, "todo es vanidad." (Eclesiastés 12:8)
Sin embargo, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la Ley. Puesto que por las obras de la Ley nadie será justificado. (Gálatas 2:16)
Pero el Señor le dijo: "Ve, porque él es Mi instrumento escogido, para llevar Mi nombre en presencia de los Gentiles, de los reyes y de los Israelitas; (Hechos 9:15)
Así que, los que son de la fe son bendecidos con Abraham, el creyente. (Gálatas 3:9)
sino que anunciaba, primeramente a los que estaban en Damasco y también en Jerusalén, y después por toda la región de Judea, y aun a los Gentiles, que debían arrepentirse y volverse a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. (Hechos 26:20)