que no sean sacudidos fácilmente en su modo de pensar, ni se alarmen, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día del Señor ha llegado.
(2 Tesalonicenses 2:2)Que nadie los engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición.
(2 Tesalonicenses 2:3)Este se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios.
(2 Tesalonicenses 2:4)¿No se acuerdan de que cuando yo estaba todavía con ustedes les decía esto?
Ustedes saben lo que lo detiene por ahora, para ser revelado a su debido tiempo.
(2 Tesalonicenses 2:6)Porque el misterio de la iniquidad (de estar sin ley) ya está en acción, sólo que aquél que por ahora lo detiene, lo hará hasta que él mismo sea quitado de en medio.
(2 Tesalonicenses 2:7)Entonces será revelado ese impío (sin ley), a quien el Señor matará con el espíritu de Su boca, y destruirá con el resplandor (la manifestación) de Su venida.
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2 Tesalonicenses 2:5 - Referencia Cruzada
Por tanto, estén alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas.
(Hechos 20:31)Pero les he dicho estas cosas para que cuando llegue la hora, se acuerden de que ya les había hablado de ellas. Y no les dije estas cosas al principio, porque Yo estaba con ustedes.
(Juan 16:4)Además, yo procuraré con diligencia, que en todo tiempo, después de mi partida, ustedes puedan recordar estas cosas.
(2 Pedro 1:15)envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales les advierto, como ya se lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
(Gálatas 5:21)¿Todavía no entienden ni recuerdan los cinco panes para los cinco mil, y cuántas cestas recogieron?
(Mateo 16:9)TENIENDO OJOS, ¿NO VEN? Y TENIENDO OIDOS, ¿NO OYEN? ¿No recuerdan
(Marcus 8:18)Saben además de qué manera los exhortábamos, alentábamos e implorábamos (testificábamos) a cada uno de ustedes, como un padre lo haría con sus propios hijos,
(1 Tesalonicenses 2:11)Porque aun cuando estábamos con ustedes les ordenábamos esto: Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma.
(2 Tesalonicenses 3:10)No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense cómo les habló cuando estaba aún en Galilea,
(Lucas 24:6)