Nueva Biblia Latinoamericana
Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El, (Colosenses 2:9)
y ustedes han sido hechos completos (han alcanzado plenitud) en El, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad. (Colosenses 2:10)
También en El ustedes fueron circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo; (Colosenses 2:11)
habiendo sido sepultados con El en el bautismo, en el cual también han resucitado con El por la fe en la acción del poder de Dios, que Lo resucitó de entre los muertos.
Y cuando ustedes estaban muertos en (por causa de) sus delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los delitos, (Colosenses 2:13)
habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz. (Colosenses 2:14)
Y habiendo despojado a (habiéndose desecho de) los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de El. (Colosenses 2:15)

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En Colosenses 2:8-17, Pablo advierte a la iglesia sobre las filosofías y sutilezas vacías que tratan de cuestionar y confundir las bases bíblicas del Evangelio. Él enfatiza que la plenitud de la deidad habita en Jesucristo y que en Él hemos sido circuncidados y tenemos una nueva vida. Además, Jesús quitó nuestros pecados y anuló el acta de los decretos que nos acusaban, liberándonos de nuestra prisión. También despojó a los principados y potestades, exhibiéndolos públicamente en un desfile para mostrar su victoria sobre ellos.


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Mas vive Cristo en mí
Artículo sobre cómo vivir a través de Cristo y morir al egoísmo para permitir que la naturaleza divina florezca en nosotros. Se discute la importancia de la cruz y la lucha continua en la fe. author: Faustino de Jesús Zamora Vargas, title: Mas vive Cristo en mí, summary: Si el cristiano no muere a su vida pasada, no puede haber lugar para Jesús en su corazón. Debemos morir a nuestro egoísmo y egocentrismo para que Jesús pueda vivir en nosotros. La naturaleza antigua y detestable debe morir en el corazón para que podamos ser partícipes de la naturaleza divina. La cruz debe ser el final de todo lo que éramos como pecadores. Ya no es nuestra vida, sino la de Cristo viviendo en nosotros. Debemos morir para resucitar en Cristo y seguir peleando la batalla de la fe.


Charles Spurgeon
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Colosenses 2:12 - Referencia Cruzada

Por esta razón dice: "Despierta, tú que duermes, Y levántate de entre los muertos, Y te alumbrará Cristo." (Efesios 5:14)
El nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, (Tito 3:5)
Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, (Hebreos 13:20)
Cuando llegaron y reunieron a la iglesia, informaron de todas las cosas que Dios había hecho con ellos, y cómo había abierto a los Gentiles la puerta de la fe. (Hechos 14:27)
y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia (la energía) de la fuerza de Su poder. (Efesios 1:19)
Pero a todos los que Lo recibieron, les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, (Juan 1:12)
Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El, (Romanos 6:8)
Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron (murieron). (1 Corintios 15:20)
Porque a ustedes se les ha concedido por amor de Cristo, no sólo creer en El, sino también sufrir por El, (Filipenses 1:29)
Amados hermanos míos, no se engañen. (Santiago 1:16)
Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, ármense también ustedes con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado, (1 Pedro 4:1)
Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya Judíos o Griegos, ya esclavos o libres. A todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. (1 Corintios 12:13)
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:2)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, (Efesios 2:4)
Jesús le contestó: "En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios." (Juan 3:3)
de la enseñanza sobre lavamientos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. (Hebreos 6:2)
Por tanto, hermanos míos, también a ustedes se les hizo morir a la Ley por medio del cuerpo de Cristo, para que sean unidos a otro, a Aquél que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. (Romanos 7:4)
Los apóstoles dijeron al Señor: "¡Auméntanos la fe!" (Lucas 17:5)
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sino también por nosotros, a quienes será contada, como los que creen en Aquél que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor, (Romanos 4:24)
Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo, (1 Pedro 3:21)