Even when we were dead in sins, hath quickened us together with Christ, (by grace ye are saved;)(Efesios 2:5)

And hath raised us up together, and made us sit together in heavenly places in Christ Jesus:(Efesios 2:6)

That in the ages to come he might shew the exceeding riches of his grace in his kindness toward us through Christ Jesus.(Efesios 2:7)

For by grace are ye saved through faith; and that not of yourselves: it is the gift of God:

Not of works, lest any man should boast.(Efesios 2:9)

For we are his workmanship, created in Christ Jesus unto good works, which God hath before ordained that we should walk in them.(Efesios 2:10)

Wherefore remember, that ye being in time past Gentiles in the flesh, who are called Uncircumcision by that which is called the Circumcision in the flesh made by hands;(Efesios 2:11)

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Efesios 2:8 - Referencia Cruzada

And Jesus answered and said unto him, Blessed art thou, Simon Barjona: for flesh and blood hath not revealed it unto thee, but my Father which is in heaven. (Mateo 16:17)

Jesus answered and said unto her, If thou knewest the gift of God, and who it is that saith to thee, Give me to drink; thou wouldest have asked of him, and he would have given thee living water. (Juan 4:10)

All that the Father giveth me shall come to me; and him that cometh to me I will in no wise cast out. (Juan 6:37)

And a certain woman named Lydia, a seller of purple, of the city of Thyatira, which worshipped God, heard us: whose heart the Lord opened, that she attended unto the things which were spoken of Paul. (Hechos 16:14)

Even when we were dead in sins, hath quickened us together with Christ, (by grace ye are saved;) (Efesios 2:5)

And this is the will of him that sent me, that every one which seeth the Son, and believeth on him, may have everlasting life: and I will raise him up at the last day. (Juan 6:40)

For we are his workmanship, created in Christ Jesus unto good works, which God hath before ordained that we should walk in them. (Efesios 2:10)

But as many as received him, to them gave he power to become the sons of God, even to them that believe on his name: (Juan 1:12)

How then shall they call on him in whom they have not believed? and how shall they believe in him of whom they have not heard? and how shall they hear without a preacher? (Romanos 10:14)

And Jesus said unto them, I am the bread of life: he that cometh to me shall never hunger; and he that believeth on me shall never thirst. (Juan 6:35)

And by him all that believe are justified from all things, from which ye could not be justified by the law of Moses. (Hechos 13:39)

That if thou shalt confess with thy mouth the Lord Jesus, and shalt believe in thine heart that God hath raised him from the dead, thou shalt be saved. (Romanos 10:9)

He that believeth on the Son of God hath the witness in himself: he that believeth not God hath made him a liar; because he believeth not the record that God gave of his Son. (1 Juan 5:10)

But the scripture hath concluded all under sin, that the promise by faith of Jesus Christ might be given to them that believe. (Gálatas 3:22)

Verily, verily, I say unto you, He that heareth my word, and believeth on him that sent me, hath everlasting life, and shall not come into condemnation; but is passed from death unto life. (Juan 5:24)

Labour not for the meat which perisheth, but for that meat which endureth unto everlasting life, which the Son of man shall give unto you: for him hath God the Father sealed. (Juan 6:27)

And when there had been much disputing, Peter rose up, and said unto them, Men and brethren, ye know how that a good while ago God made choice among us, that the Gentiles by my mouth should hear the word of the gospel, and believe. (Hechos 15:7)

And they said, Believe on the Lord Jesus Christ, and thou shalt be saved, and thy house. (Hechos 16:31)

So then faith cometh by hearing, and hearing by the word of God. (Romanos 10:17)

Who shall be punished with everlasting destruction from the presence of the Lord, and from the glory of his power; (2 Tesalonicenses 1:9)

But to him that worketh not, but believeth on him that justifieth the ungodly, his faith is counted for righteousness. (Romanos 4:5)

And he said to the woman, Thy faith hath saved thee; go in peace. (Lucas 7:50)

And when they were come, and had gathered the church together, they rehearsed all that God had done with them, and how he had opened the door of faith unto the Gentiles. (Hechos 14:27)

Do not err, my beloved brethren. (Santiago 1:16)

Who are kept by the power of God through faith unto salvation ready to be revealed in the last time. (1 Pedro 1:5)

And what is the exceeding greatness of his power to us-ward who believe, according to the working of his mighty power, (Efesios 1:19)

He that believeth on the Son hath everlasting life: and he that believeth not the Son shall not see life; but the wrath of God abideth on him. (Juan 3:36)

And as Moses lifted up the serpent in the wilderness, even so must the Son of man be lifted up: (Juan 3:14)

No man can come to me, except the Father which hath sent me draw him: and I will raise him up at the last day. (Juan 6:44)

Buried with him in baptism, wherein also ye are risen with him through the faith of the operation of God, who hath raised him from the dead. (Colosenses 2:12)

Therefore it is of faith, that it might be by grace; to the end the promise might be sure to all the seed; not to that only which is of the law, but to that also which is of the faith of Abraham; who is the father of us all, (Romanos 4:16)

For unto you it is given in the behalf of Christ, not only to believe on him, but also to suffer for his sake; (Filipenses 1:29)

He that believeth and is baptized shall be saved; but he that believeth not shall be damned. (Marcus 16:16)

Even the righteousness of God which is by faith of Jesus Christ unto all and upon all them that believe: for there is no difference: (Romanos 3:22)

And he said, Therefore said I unto you, that no man can come unto me, except it were given unto him of my Father. (Juan 6:65)

That the blessing of Abraham might come on the Gentiles through Jesus Christ; that we might receive the promise of the Spirit through faith. (Gálatas 3:14)