Nueva Biblia Latinoamericana
Ahora bien, un mediador no representa a uno solo, pero Dios es uno solo. (Gálatas 3:20)
¿Es entonces la Ley contraria a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Porque si se hubiera dado una ley capaz de impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido de la ley. (Gálatas 3:21)
Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen. (Gálatas 3:22)
Antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que había de ser revelada.
De manera que la Ley ha venido a ser nuestro guía (tutor) para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe. (Gálatas 3:24)
Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo el guía. (Gálatas 3:25)
Pues todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. (Gálatas 3:26)

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Gálatas 3:23 - Referencia Cruzada

A los Judíos me hice como Judío, para poder ganar a los Judíos. A los que están bajo la Ley, como bajo la Ley, aunque yo no estoy bajo la Ley, para poder ganar a los que están bajo la Ley. (1 Corintios 9:20)
Y todos éstos, habiendo obtenido aprobación (testimonio) por su fe, no recibieron la promesa, (Hebreos 11:39)
Díganme, los que desean estar bajo la ley, ¿no oyen a la ley? (Gálatas 4:21)
Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues no están bajo la ley sino bajo la gracia. (Romanos 6:14)
De manera que la Ley ha venido a ser nuestro guía (tutor) para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe. (Gálatas 3:24)
Entonces, ¿para qué fue dada la Ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa, Ley que fue promulgada mediante ángeles por mano de un mediador. (Gálatas 3:19)
Digo, pues: mientras el heredero es menor de edad, en nada es diferente del siervo, aunque sea el dueño (señor) de todo, (Gálatas 4:1)
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:2)
Volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: "Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven; (Lucas 10:23)
procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. (1 Pedro 1:11)
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto desde lejos y aceptado con gusto, confesando que eran extranjeros y peregrinos (expatriados) sobre la tierra. (Hebreos 11:13)
Porque Dios ha encerrado a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todos. (Romanos 11:32)
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. (Romanos 3:19)
Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo la Ley. (Gálatas 5:18)