Nueva Biblia Latinoamericana
Me maravillo de que tan pronto ustedes hayan abandonado (desertado) a Aquél que los llamó por la gracia de Cristo (el Mesías), para seguir un evangelio diferente, (Gálatas 1:6)
que en realidad no es otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban a ustedes y quieren pervertir el evangelio de Cristo. (Gálatas 1:7)
Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anunciara otro evangelio contrario al que les hemos anunciado, sea anatema (maldito). (Gálatas 1:8)
Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguien les anuncia un evangelio contrario al que recibieron, sea anatema.
Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1:10)
Pues quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre. (Gálatas 1:11)
Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por medio de una revelación de Jesucristo. (Gálatas 1:12)

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Gálatas 1:9 - Referencia Cruzada

Esta es la tercera vez que voy a visitarlos. POR EL TESTIMONIO DE DOS O TRES TESTIGOS SE JUZGARAN TODOS LOS ASUNTOS. (2 Corintios 13:1)
Les ruego, hermanos, que vigilen a los que causan disensiones y tropiezos contra las enseñanzas que ustedes aprendieron, y que se aparten de ellos. (Romanos 16:17)
Cuidarás de hacer todo lo que te mando; nada le añadirás ni le quitarás. (Deuteronomio 12:32)
No añadas a Sus palabras, No sea que El te reprenda y seas hallado mentiroso. (Proverbios 30:6)
Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no? (2 Corintios 1:17)
Por lo demás, hermanos míos, regocíjense en el Señor. A mí no me es molesto escribirles otra vez lo mismo, y para ustedes es motivo de seguridad. (Filipenses 3:1)
Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense! (Filipenses 4:4)
Ustedes no añadirán nada a la palabra que yo les mando, ni quitarán nada de ella, para que guarden los mandamientos del SEÑOR su Dios que yo les mando. (Deuteronomio 4:2)
Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: si alguien añade a ellas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. (Apocalipsis 22:18)