pero ahora me regocijo, no de que fueron entristecidos, sino de que fueron entristecidos para arrepentimiento; porque fueron entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrieran pérdida alguna de parte nuestra.
(2 Corintios 7:9)
Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.
(2 Corintios 7:10)
Porque miren, ¡qué solicitud ha producido esto en ustedes, esta tristeza piadosa, qué vindicación de ustedes mismos, qué indignación, qué temor, qué gran afecto, qué celo, qué castigo del mal! En todo han demostrado ser inocentes en el asunto.
(2 Corintios 7:11)
Así que, aunque les escribí, no fue por causa del que ofendió, ni por causa del ofendido, sino para que la solicitud de ustedes por nosotros les fuera manifestada delante de Dios.
Por esta razón hemos sido consolados. Y aparte de nuestro consuelo, mucho más nos regocijamos por el gozo de Tito, pues su espíritu ha sido confortado por todos ustedes.
(2 Corintios 7:13)
Porque si en algo me he jactado con él acerca de ustedes, no fui avergonzado, sino que así como les hemos dicho todo con verdad, también nuestra jactancia ante Tito resultó ser la verdad.
(2 Corintios 7:14)
Y su amor hacia ustedes abunda aún más al acordarse de la obediencia de todos ustedes, y de cómo lo recibieron con temor y temblor.
(2 Corintios 7:15)
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2 Corintios 7:12 - Referencia Cruzada
Y esto mismo les escribí, para que cuando yo llegue no tenga tristeza de parte de los que debieran alegrarme, confiando en todos ustedes de que mi gozo sea el mismo de todos ustedes.
(2 Corintios 2:3)
Pues también con este fin les escribí, para ponerlos a prueba y ver si son obedientes en todo.
(2 Corintios 2:9)
¿Por qué? ¿Porque no los amo? ¡Dios lo sabe!
(2 Corintios 11:11)
(pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?)
(1 Timoteo 3:5)
Porque si bien les causé tristeza con mi carta, no me pesa. Aun cuando me pesó, pues veo que esa carta les causó tristeza, aunque sólo por poco tiempo;
(2 Corintios 7:8)
Además de tales cosas externas, está sobre mí la presión cotidiana de la preocupación por todas las iglesias.
(2 Corintios 11:28)
Pues no somos como muchos, que comercian (corrompen) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, hablamos en Cristo delante de Dios.
(2 Corintios 2:17)
En efecto, se oye que entre ustedes hay inmoralidad, y una inmoralidad tal como no existe ni siquiera entre los Gentiles, al extremo de que alguien tiene la mujer de su padre.
(1 Corintios 5:1)