Luego se apareció a más de 500 hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen (murieron).
(1 Corintios 15:6)Después se apareció a Jacobo (Santiago), luego a todos los apóstoles.
(1 Corintios 15:7)Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.
(1 Corintios 15:8)Porque yo soy el más insignificante de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.
(1 Corintios 15:10)Sin embargo, haya sido yo o ellos, así predicamos y así creyeron ustedes.
(1 Corintios 15:11)Ahora bien, si se predica que Cristo (el Mesías) ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre ustedes que no hay resurrección de muertos?
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1 Corintios 15:9 - Referencia Cruzada
aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad.
(1 Timoteo 1:13)Perseguí este Camino hasta la muerte, encadenando y echando en cárceles tanto a hombres como a mujeres,
(Hechos 22:4)Porque ustedes han oído acerca de mi antigua manera de vivir en el Judaísmo, de cuán desmedidamente perseguía yo a la iglesia de Dios y trataba de destruirla.
(Gálatas 1:13)Ellos sólo oían decir: "El que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica (anuncia) la fe que en un tiempo quería destruir."
(Gálatas 1:23)Me he vuelto insensato; ustedes me obligaron a ello. Pues yo debiera haber sido elogiado por ustedes, porque en ningún sentido fui inferior a los más eminentes apóstoles, aunque nada soy.
(2 Corintios 12:11)Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel.
(Hechos 8:3)Saulo (Pablo), respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,
(Hechos 9:1)Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del nombre de Jesús de Nazaret.
(Hechos 26:9)en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, hallado irreprensible.
(Filipenses 3:6)Pues yo no me considero inferior en nada a los más eminentes apóstoles.
(2 Corintios 11:5)Es de este evangelio que fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia (la energía) de Su poder.
(Efesios 3:7)