El día de reposo salimos fuera de la puerta (de la ciudad), a la orilla de un río, donde pensábamos que habría un lugar de oración. Nos sentamos y comenzamos a hablar a las mujeres que se habían reunido.
(Hechos 16:13)Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios; y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía.
(Hechos 16:14)Cuando ella y su familia se bautizaron, nos rogó: "Si juzgan que soy fiel al Señor, vengan a mi casa y quédense en ella." Y nos persuadió a ir.
(Hechos 16:15)Mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando.
Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba: "Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes les proclaman el camino de salvación."
(Hechos 16:17)Esto lo hacía por muchos días; pero desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: "¡Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella!" Y el espíritu salió en aquel mismo momento.
(Hechos 16:18)Pero cuando sus amos vieron que se les había ido la esperanza de ganancia para ellos, prendieron a Pablo y a Silas, y los arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades.
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Hechos 16:16 - Referencia Cruzada
El día de reposo salimos fuera de la puerta (de la ciudad), a la orilla de un río, donde pensábamos que habría un lugar de oración. Nos sentamos y comenzamos a hablar a las mujeres que se habían reunido.
(Hechos 16:13)Esto lo hacía por muchos días; pero desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: "¡Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella!" Y el espíritu salió en aquel mismo momento.
(Hechos 16:18)Entonces Faraón llamó también a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los magos (sacerdotes adivinos) de Egipto, hicieron lo mismo con sus encantamientos (ciencias ocultas).
(Éxodo 7:11)Y cuando les digan: "Consulten a los adivinos y a los espiritistas que susurran y murmuran," digan: '¿No debe un pueblo consultar a su Dios?' ¿Acaso consultará a los muertos por los vivos?
(Isaías 8:19)Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera éstos también se oponen a la verdad. Son hombres de mente depravada, reprobados en lo que respecta a la fe.
(2 Timoteo 3:8)En su avaricia los explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida.
(2 Pedro 2:3)Los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan por ella, porque ya nadie compra sus mercaderías:
(Apocalipsis 18:11)Entonces Saúl dijo a sus siervos: "Búsquenme una mujer que sea adivina para ir a consultarla." Y sus siervos le dijeron: "Hay una mujer en Endor que es adivina."
(1 Samuel 28:7)Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no aprenderás a hacer las cosas abominables de esas naciones.
(Deuteronomio 18:9)Porque cierto platero que se llamaba Demetrio, que labraba templecillos de plata de Diana (Artemisa) y producía no pocas ganancias a los artífices,
(Hechos 19:24)Hacía tiempo que cierto hombre llamado Simón, estaba ejerciendo la magia en la ciudad y asombrando a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran personaje ;
(Hechos 8:9)Así murió Saúl por la transgresión que cometió contra el SEÑOR por no haber guardado la palabra del SEÑOR, y también porque consultó y pidió consejo a una adivina,
(1 Crónicas 10:13)Samuel había muerto, y todo Israel lo había llorado, y lo habían sepultado en Ramá su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra a los adivinos y espiritistas.
(1 Samuel 28:3)idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, herejías,
(Gálatas 5:20)Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.
(1 Timoteo 6:10)Si se levanta en medio de ti un profeta o soñador de sueños, y te anuncia una señal o un prodigio,
(Deuteronomio 13:1)No se vuelvan a los adivinos ni a los espiritistas, ni los busquen para ser contaminados por ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios.
(Levítico 19:31)